¿Te has preguntado alguna vez qué tipo de inversor eres o serías? El perfil de un inversor depende de cuánto riesgo estés dispuesto a asumir y cuánto riesgo puedes asumir, es decir, la tolerancia y capacidad que tengas respecto al riesgo. Teniendo en cuenta estas variables,los inversores pueden ser de tipo conservador, moderado o agresivo.
Tipo de inversor y capacidad de asumir riesgo
Para poder determinar qué tipo de inversor soy o puedo ser vamos a centrarnos, en primer lugar, en la capacidad de asumir riesgo que tengo y la mejor forma de evaluar este aspecto es tener en cuenta lo siguiente:
- El patrimonio actual del que disponemos.
- Las rentas que generamos.
- La edad.
- Las necesidades de liquidez que tendremos a medio plazo.
El análisis conjunto de estos datos nos permite evaluar si es posible invertir con mayor o menor riesgo. Una persona con una previsión de gastos a medio plazo importante debe tener una cartera con poca fluctuación, puesto que quizá, necesite reembolsar en el medio plazo. La edad también es un aspecto para tener muy en cuenta a la hora de calcular la capacidad para asumir riesgos, ya que un inversor joven siempre va a disponer de tiempo para recuperar las potenciales caídas de su cartera y conforme se va acercando a una edad mayor, debería ir bajando la exposición a fluctuaciones.
Tipo de inversor y tolerancia al riesgo
Por otro lado, también hay que observar cuál es nuestra tolerancia a la asunción de riesgo para poder conocer qué tipo de inversor eres. Así, la tolerancia a asumir riesgo se puede evaluar mediante la realización de un test denominado “de idoneidad y de conveniencia", que nos va a indicar cómo responde el inversor ante diferentes situaciones. A modo de ejemplo, podemos incluir cuestiones como la reacción que tendría ante una caída del 15% de su cartera o cuál es la rentabilidad esperada de sus inversiones. No podemos olvidar testear qué experiencias pasadas ha tenido con productos similares, por ejemplo, un interesado que nunca ha invertido en acciones puede ser una señal muy clara de baja tolerancia al riesgo.
Las respuestas de este test pueden ser coherentes entre sí, lo que facilita la categorización del tipo de inversor, pero pueden no serlo en algunos casos. Algo que puede dar indicios de que ese inversor puede tener una baja tolerancia al riesgo, es decir, en caso de duda, la valoración global debe realizarse de manera conservadora.
La decisión de invertir
Una vez tengamos la capacidad y tolerancia al riesgo podremos determinar el perfil de inversor que tenemos, pero… ¿cuánto se debe invertir? Esta es una decisión difícil, pero podemos apoyarnos en el siguiente proceso:
- Calcular tus gastos fijos mensuales inevitables (aquellos que son necesarios para vivir).
- Tener ahorrado en efectivo, a modo de “fondo de emergencia” equivalente a 6 meses de esos gastos fijos mensuales inevitables, para estar cubiertos ante potenciales bajadas de ingresos o pérdidas de estos.
- A partir de este punto tenemos la capacidad de empezar a invertir, aconsejando siempre una estrategia a largo plazo, responsable y diversificada. Para ampliar un poco más tus conocimientos no te pierdas el artículo sobre los principios de la estrategia de inversión a largo plazo.
- Separar una cantidad que veas factible de tus ingresos mensuales e invertir la mitad en la estrategia marcada y la otra mitad para seguir aumentando ese fondo de emergencia. Lo ideal es separar este importe al inicio del mes para entenderlo como una factura más y no “contar” con este dinero.
Ante todo, está bien conocer qué tipo de inversor eres, pero si nunca has invertido tus ahorros y quieres lanzarte al mundo de la inversión, es imprescindible que busques asesoramiento financiero profesional. Así podrán hacerte el test de idoneidad y de conveniencia, podrán analizar tu situación personal y, a partir de ahí, empezar a buscar una rentabilidad de tus ahorros.