En el amplio léxico de la economía, nos encontramos con una gama de términos especializados que dan forma a nuestro entendimiento del mundo financiero. Entre esta diversidad lingüística, destacan algunos términos económicos curiosos que capturan nuestra atención y despiertan nuestra curiosidad.

 

¿Te has preguntado alguna vez qué son los chicharros? ¿O por qué se llama así a las empresas unicornio o a las empresas gacela? Te lo contamos.

 

Chicharro: mucho más que un pez

 

En el mundo de la bolsa, un chicharro es una acción de bajo valor, generalmente de una empresa poco conocida y con una baja capitalización de mercado. Es como ese pez escurridizo que todos subestiman. Estas acciones pueden llegar a dar una sorpresa positiva, si se les brinda una oportunidad.

 

Empresa unicornio: la magia de la mitología

 

Las empresas unicornio son como las criaturas míticas en el mundo de la tecnología y las startups. Esta denominación hace referencia a aquellas compañías que tienen menos de una década y alcanzan una valoración de mercado de más de mil millones de dólares, pero no tienen presencia en bolsa. ¿Quieres conocer algunos ejemplos? En España, por ejemplo, tenemos Job and Talent y Cabify.

 

¿El secreto de su éxito? Una combinación de innovación, visión estratégica y, por qué no, a veces también un toque de magia.

 

Empresa gacela: corriendo hacia el éxito

 

¿Recuerdas la vieja fábula de la tortuga y la liebre? La historia se atribuye al escritor griego Esopo. Las empresas gacela son como la liebre en el mundo empresarial. Se trata de aquellas compañías que experimentan un crecimiento explosivo en un corto período de tiempo.

 

Con menos de 5 años de andadura logran crear 10 empleos, facturar más de medio millón de euros a la vez que duplican su tamaño en poco tiempo, con un ritmo de crecimiento anual durante de 3 años del 20%. Se estima que en nuestro país hay alrededor de 700 empresas con estas características.

Igual que las gacelas son ágiles, flexibles y están listas para aprovechar cualquier oportunidad que se les presente para crecer.

 

Empresa zombi: muertas en vida

 

Las empresas zombies son como los no-muertos en el mundo empresarial. Este término se acuñó en Japón en la década de los 90 y se popularizó con la crisis financiera mundial de 2008.

 

Esta denominación hace referencia a las compañías que están técnicamente en quiebra o son insolventes. Empresas que, aunque generen caja, no pueden cubrir sus gatos con sus resultados.

 

No obstante, y pese a su situación, siguen operando gracias a refinanciaciones y préstamos. Sin embargo, sus ingresos solo le permiten pagar los intereses de la deuda contraída, nunca el capital. Por tanto, no pueden invertir y son muy sensibles a la subida de los tipos de interés.

 

A largo plazo son como los zombis que caminan entre los vivos, causando estragos a su alrededor y acumulando deudas.

 

Las burbujas no son solo para los niños

 

En el ámbito económico, una burbuja no es un juego para niños creado con agua y jabón. De hecho, una burbuja económica, financiera o especulativa (se la conoce por todos esos nombres) no es, ni de lejos, a un juego.

 

Se refiere a una situación en la que el precio de un activo, como las acciones o la vivienda, se infla de manera excesiva y desproporcionada en relación con su valor intrínseco.

 

En definitiva, al igual que una burbuja es un activo atractivo y cautivador que sube y sube, pero también es extremadamente frágil y en cualquier momento puede estallar y su valor desaparecer. De hecho, las burbujas siempre van acompañadas de un ‘crash’ o estallido final.

 

Una de las primeras burbujas que se han documentado en la Historia fue la del ‘tulipán’ (Tulipomanía) en Holanda. Esta tuvo lugar en el siglo XVII y provocó que el precio del tulipán se disparase para posteriormente caer estrepitosamente.  

 

Duelo de Titanes en Wall Street: el oso y el toro

 

En el mundo bursátil el oso y el toro no son simplemente dos animales. Son metáforas.  El oso representa un mercado en declive, donde los inversores esperan que los precios caigan. Tradicionalmente es la imagen escogida por los inversores estadounidenses para reflejar los mercados bajistas.

 

Por su parte, el toro es todo lo contrario: un mercado fuerte, en alza, donde los inversores confían en que los precios subirán.

 

En definitiva, ambos animales son complementarios; son el yin y el yan de la batalla bursátil. 

 

Cuando el oso te aplasta: el abrazo del oso

 

Seguimos con los símiles de la fauna. En este caso la frase hace referencia a una táctica empleada en el ámbito empresarial, más concretamente en el sector de fusiones y adquisiciones.

 

Se trata del ultimátum que da una empresa a otra para hacerse con su control, a través de una OPA hostil, ofreciendo a su órgano de administración un precio por acción muy superior al del mercado, forzando así a que valoren la oferta porque de lo contrario los accionistas podrían creer que los directivos la rechazan por intereses particulares.

 

Es decir, se trata de un abrazo poco cordial, que te deja sin aliento, como el de un oso.

 

El rebote del gato muerto

 

Continuando con los conceptos bursátiles el "rebote del gato muerto" es como una escena de terror en la bolsa.

 

Tiene lugar cuando hay un aumento temporal importante en el precio de una acción o un mercado, después de una caída significativa. A menudo, resulta ser solo un breve respiro antes de que el activo caiga de nuevo. Es un comportamiento similar al de un  gato con siete vidas, que salta una vez más.

 

Corralito financiero: una granja de dinero

 

Un corralito es una restricción económica, el término fue acuñado en Argentina en 2001. En esencia es una restricción temporal impuesta por un Gobierno que impide a los ahorradores disponer libremente de su dinero.

 

¿Por qué motivo un Gobierno actúa así? Para evitar que los ciudadanos retiren sus ahorros al mismo tiempo, lo que hundiría el sistema financiero nacional. Esta situación se produce cuando la banca de un país se encuentra al borde de la quiebra.

 

En este recorrido a través de los términos económicos curiosos, hemos explorado un mundo de expresiones que enriquecen nuestro entendimiento del mundo financiero. Desde las “empresas gacelas" hasta el “rebote del gato muerto”, cada término ofrece una ventana única para comprender mejor los entresijos de la ciencia económica.