Sí, las tarjetas bancarias se reciclan… Es más, realizar correctamente el reciclaje de las tarjetas de crédito y débito rotas o caducadas es de gran importancia y nunca debemos depositarlas en el contenedor de plásticos o envases. ¿Por qué? Porque a pesar de lo que muchos puedan pensar, no son un residuo plástico, sino que son considerados residuos electrónicos que, además, pueden tener una segunda vida y entrar a formar parte de la economía circular.
¿Cómo colaborar con el reciclaje de las tarjetas de crédito y débito?
En nuestro país hay más de 88 millones de tarjetas bancarias en circulación según los datos anuales de 2022 del Banco de España. Cuando caducan o se estropean y ya no sirven, obviamente, hay que tirarlas, así que podéis haceros una idea de la cantidad de residuos que se genera cada año por este motivo, aunque la vida útil de una tarjeta bancaria suele ser de unos 4 años…
Colaborar en el reciclaje de las tarjetas de crédito y débito es un gesto muy sencillo y con grandes beneficios, pues así contribuimos a que se puedan separar sus componentes y darles una nueva vida que, al fin y al cabo, es lo que se busca con la economía circular.
¿Y dónde debemos depositar las tarjetas que ya no tienen utilidad? Nunca tires al contenedor amarillo tus viejas tarjetas bancarias pues contienen elementos que, si no se tratan correctamente, pueden terminar contaminando la tierra o el agua. Al tener un chip se consideran residuos electrónicos y, por tanto, están regulados por la Directiva 2012/19/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos y, en la legislación española, por el Real Decreto 110/2015.
Puedes depositar tus viejas tarjetas de crédito o débito en un punto limpio de tu ciudad, donde se dejan los residuos electrónicos pero, sin duda, la mejor opción es que las dejes en tu oficina bancaria, pues normalmente tienen acuerdos con los fabricantes de tarjetas para su recogida y tratamiento de forma separada, tanto para reciclar y reutilizar sus componentes como para recuperar aquellos elementos con valor con los que se fabrican los chips y reintroducirlos en la cadena económica supone un importante ahorro tanto económico como medioambiental.
Reducir el impacto ambiental con el reciclado de tarjetas
Quizá te estés preguntando cuáles son esos elementos que se utilizan en la fabricación de tarjetas que no conviene desperdiciar y reutilizarlos evita tener que extraerlos de nuevo de la tierra y volver a comprarlos en mercados externos… La respuesta la podemos obtener conociendo cómo se fabrica una tarjeta de crédito o de débito:
Básicamente, una tarjeta bancaria está compuesta por cinco capas de plástico: dos en la parte superior, dos abajo y la capa central de antena que, además del plástico, contiene aluminio o cobre. También tenemos el chip que va incrustado en la tarjeta y que está compuesto de materiales como silicio, níquel y oro.
Como puedes comprobar, recuperar tanto el plástico, como los elementos del chip de forma separada y específica, cobra gran importancia y, por eso, hay empresas que se dedican a ello. Una tendencia positiva cada vez mayor en la fabricación de tarjetas es usar plástico reciclado, y reciclable, en el proceso de elaboración para cumplir, así, con los tres principios de la economía circular (reducir, reutilizar y reciclar).
En Unicaja Banco, el pasado año recogimos y enviamos a reciclar 2.400 kilos de tarjetas caducadas y estropeadas que nuestros clientes depositaron en nuestras oficinas, un 252% más que en 2021. Y, desde este año, las tarjetas de crédito, débito y prepago Mastercard de nueva producción para Unicaja Banco son de plástico 100% reciclado, procedente de la industria automovilística y farmacéutica. Y a este proyecto de uso de soportes reciclados se irán sumando, paulatinamente, otro tipo de tarjetas.
La procedencia de los productos también es importante a la hora de reducir el impacto en la huella de carbono pues no es lo mismo comercializar un producto fabricado en España que un producto fabricado en China que requiere el uso de un medio de transporte como el avión para traer las tarjetas hasta nuestro país. En ese sentido, en Unicaja Banco también se ha tenido en cuenta este aspecto y el proveedor de fabricación de tarjetas de la entidad tiene centro de fabricación en España, un requisito que ha sido muy importante este año en la contratación, atendiendo también, así, a criterios medioambientales en la elección de proveedores.
Ahora que conoces la importancia de colaborar en el reciclaje de las tarjetas de crédito y débito cuando estén estropeadas o caducadas, no olvides depositarlas en tu oficina bancaria más cercana para que vuelvan a entrar en el círculo económico y ayudar así a reducir la huella de carbono y luchar contra el cambio climático.