Se entiende por economía aquella ciencia social dedicada al estudio de cómo administrar los recursos disponibles para conseguir satisfacer las necesidades humanas, según sus comportamientos. La economía circular persigue este mismo objetivo pero haciendo uso de la menor cantidad de recursos posible y devolviendo al sistema productivo todo lo reutilizable y reciclable.

Desde este punto de vista, la economía circular está relacionada con la sostenibilidad. Se basa  en un modelo de negocio más eficiente, innovador, de investigación sobre procesos donde se pueda aplicar el uso de recursos, reduciendo al máximo la emisión de carbono a la atmósfera, cambiando de los modelos económicos lineales (se fabrica el producto => lo compramos => lo usamos => lo tiramos) a los modelos económicos basado en la economía circular, extendiendo la vida útil del producto bajo el concepto de las 7 R´s (Repensar => Rediseñar => Reutilizar => Reparar => Remanufacturar => Reciclar => Recuperar).

Tras la crisis de la pandemia del Covid-19, estamos en un proceso de reactivar la economía en todos los países y qué mejor forma que aplicando el modelo de economía circular, un sistema que ayude a mejorar lo antes posible los índices de empleo, ventas, consumo, disminuya  costes en las empresas y mejore sus beneficios enfocados en estrategias de las 7 R´s.

Sin embargo, para ello las empresas deben reconducir sus estrategias empresariales basándose para ello en el modelo de economía circular. Este modelo pone en valor  no sólo la cadena de producción, también todas las normativas vigentes, la implantación de políticas públicas, la mayor educación en la sociedad. Todo ello forma parte de la responsabilidad de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y ofrece a las empresas una nueva oportunidad para conseguir mejorar empleos y reconducir sus negocios tras las crisis COVID-19. Las estrategias de economía circular aportan mayor valor a las compañías y produce un impacto positivo, tanto en la eficiencia  como en  la calidad de los productos, mejorando su competitividad.

La economía circular no sólo afecta a envases y gran consumo, sino que se trata de una cuestión mucho más amplia que propone adaptar medidas de concienciación a toda la sociedad y a todos los sectores económicos para aplicar el consumo moderado, reutilizar, ser más sensibles con el medio ambiente, entre otros…

Según un estudio realizado en 2020 por la consultora Capgemini, tras los meses más duros de pandemia, “los consumidores concienciados con el medio ambiente son más fieles. Un 77% de las compañías encuestadas mantenía que la sostenibilidad aumenta la fidelidad, y el 63% considera que, además incrementa los beneficios generados por la marca”.

Existen normativas medioambientales, fiscales, subvenciones y ayudas de apoyo a la transformación digital de las empresas, acciones formativas en materia de concienciación con el medio ambiente y cambios de comportamientos de las empresas y los ciudadanos… En definitiva, existe un amplio abanico de acciones en marcha para facilitar el impulso de proyectos basados en la economía circular.

Con la economía circular las oportunidades y competitividad empresariales, se basan en:

• La mejora de resultados económicos con reducción del uso de los recursos
• Se crea nuevas oportunidades de crecimiento económico, competitividad e innovación de la UE
• Garantiza los suministros de recursos esenciales
• Lucha contra el cambio climático y el impacto medioambiental

Objetivos de los modelos de negocio sostenibles de las empresas

Las prioridades de la estrategia Europea 2020 y la Agenda 2030 se centran en tres objetivos: Crecimiento inteligente, Crecimiento Sostenible y Crecimiento Inclusivo, que deberán ser objetivos en los Modelos de Negocios de las empresas, para conseguir sus metas, objetivos y crecimiento rentabilidad basados en ellos.

Hoy en día, la innovación es clave en las estrategias competitivas. Los departamentos de Marketing deben conocer los deseos actuales de los consumidores, que demandan productos, servicios y empresas con mayor responsabilidad medioambientales.

Por tanto, el denominado ‘marketing sostenible’  debe estar orientado a promover en las empresas las respuestas necesarias para atender las demandas de los clientes sobre responsabilidad empresarial medioambiental, lo cual incluye la implementación de procesos de producción basados en la protección ambiental, la seguridad de los empleados y responsabilidad social.

Así, las empresas deben destinar parte de su financiación a I+D+I, digitalizar la comunicación (ahorro de papel, energía, consumo de materiales,…), diseño de productos con materiales más ecológicos, realizar campañas publicidad de Marca Empresa Responsable, en definitiva, basada en la economía circular. No se trata sólo de hacer una actividad medioambientalmente responsable, sino también de darla a conocer.

El profesor de la Jagiellonian University de Cracovia, Mateusz Lewandowski, en uno de sus artículos sobre el diseño de negocios bajo el modelo de economía circular, ha definido un interesante marco conceptual, el modelo teórico CBMC, basado en los principios  de la economía circular y mediante el que se puede diseñar un proyecto empresarial sostenible teniendo en cuenta los siguientes bloques estratégicos:

1. Propuestas de valor al ofrecer productos, servicios y beneficios a clientes que depositen productos usados.
2. Tener en cuenta a segmentos de clientes vinculados al Valor de la Marca de Economía Circular.
3. Potenciar canales virtuales: Ventas y entregas a clientes que compren por canales virtuales.
4. Relaciones con los clientes: la producción subyacente, clientes se fidelizan con el marketing social de las empresas y con los socios que implantan reciclaje 2.0.
5. Flujos de ingresos: pagos y cobros de productos o servicios circular.
6. Origen de los principales recursos: elegir proveedores que tengan implantados modelos de economía circular.
7. Aumento del rendimiento de gestión interna, mediciones del rendimiento de los procesos, KPIS propias de cada sector, formación interna, transformación digital, menor uso de papel, ahorro energía y mayor concienciación del personal.
8. Cooperación de socios en la cadena de valor y suministros que apoyen la economía circular.
9. Estructura de costes dirigiendo inversiones financieras a la adquisición de equipos sostenibles.
10. Establecer sistemas Take-Back: gestión de devolución aumentando el valor de clientes.
11. Adopción de estrategias comerciales circulares apoyadas por todos los departamentos de las organizaciones, aumentando la MARCA EMPRESA con visión, misión y objetivos de los 17 ODS.

Existen oportunidades para las empresas de reactivar sus negocios, tras la crisis vivida de la pandemia, si aplican  modelos de economía circular, apoyándose para ello en las ayudas vía subvenciones, que brindan apoyo financiero para el cambio de equipos, formación y mejoran eficiencia.

Sin duda, la economía circular constituye una nueva realidad en la que bucear en busca de nuevos nichos de negocio para reorientar la actividad de nuestra empresa o, incluso, para emprender un nuevo proyecto empresarial, ¿por qué no?