Detenernos a planificar nuestras finanzas personales o familiares es una gran idea que requiere tiempo pero que, a la larga, resulta muy útil. Pararnos y sentarnos con calma a elaborar un presupuesto es una medida práctica y una inversión rentable.
Siempre es buen momento para sentarnos a organizar nuestros ingresos y gastos de forma detallada, con diversos objetivos: evitar los números rojos, organizar nuestra capacidad de ahorro y afrontar de la forma más adecuada posibles gastos extra e imprevistos.
Los estudios revelan que aquellas familias o personas que optan por realizar un presupuesto para ajustar sus gastos e ingresos tienden a endeudarse menos que aquellas que no lo hacen. Así pues, se trata de una herramienta organizativa que deberíamos implementar en nuestro día a día con total naturalidad.
¿Cómo podemos organizar los gastos de la forma más eficiente?
El primer paso para planificar tus finanzas personales es ser metódicos. A través de los movimientos de nuestra cuenta bancaria podemos obtener una visión amplia y una panorámica general de nuestras finanzas. En ella, constan todos los ingresos recurrentes y puntuales, así como todos aquellos recibos domiciliados y que constituyen gastos habituales y periódicos.
Cuando definimos ambos términos también es preciso establecer un calendario que recoja las fechas de los mismos para que nuestra liquidez no se vea afectada.
- En cualquier hogar hay gastos fijos o básicos (como pueden ser el alquiler o la hipoteca, el pago de la comunidad o los impuestos, gastos de suministros -luz, agua, gas, teléfono…-, gastos escolares – comedor, actividades extra escolares o autobús escolar-).
- A continuación, tenemos los gastos modulables. Son todos aquellos necesarios, pero que pueden ir ajustándose en caso de necesidad. Por ejemplo, la alimentación o la ropa.
- Finalmente, hay que determinar los gastos ocasionales que no tienen carácter fundamental y, en caso de necesidad, es posible prescindir de ellos. Hablamos fundamentalmente del ocio y los viajes.
Quizás sea preciso recordar que, con carácter anual, hay momentos de gastos puntuales que ocasionan gastos considerables, pero se ciñen a momentos concretos, periódicos y, por tanto, planificables. Es el caso de las fiestas navideñas o el inicio del curso escolar o académico. Si podemos volcar toda la información en una hoja de cálculo, que represente visualmente cada uno de estos apartados (con los ingresos diferenciados de los gastos), la gestión de la información resultará más sencilla.
Podría ser interesante, para una organización general, estar al tanto sobre los productos o servicios existentes en el mercado financiero y que ofrecen las entidades bancarias, los cuales facilitan el pago aplazado, principalmente a través de las tarjetas. Una opción que en muchos casos es posible activar desde la Banca Digital y que ahora ya incluso puedes llevar a cabo durante la compra con tarjeta de crédito. Si tenemos detallados todos nuestros cobros y sus fechas, así como los gastos, el uso del pago aplazado puede ser interesante para evitar desajustes en nuestras finanzas personales.
La importancia del ahorro: ¿conoces la estrategia del 50/20/30?
Son muchos los que entienden el ahorro como ‘lo que sobra’ o lo que no gastamos casualmente. Poco más. Sin embargo, la capacidad de ahorro es un aspecto importante frente a posibles imprevistos y un modo de organización sistemático de nuestras finanzas personales, tanto a medio, como a largo plazo.
Es conveniente que el ahorro se convierta en una partida más, con un importe fijo, y que se traspase al producto de ahorro que hayamos determinado (plan de pensiones, depósito, fondo, etc.).
La estrategia del 50/20/30 es una herramienta sencilla y reconocida para organizar tus finanzas personales. Además, ofrece un espacio propio al ahorro, como forma habitual de gestión.
Es un método muy sencillo, el cual propone que un 50% de los ingresos se destinen a gastos básicos o fijos , un 20% al ahorro y un 30% a gastos modulables o personales. Y, todo lo que sobre de cualquier partida, sería preciso sumarlo al 30% de ahorro.
Si estás interesado en el tema del ahorro y la gestión familiar y quieres saber cómo organizar mejor tus finanzas personales, te invitamos a leer más artículos de UniBlog sobre ahorro.