Los Fondos de Inversión Sostenibles han ganado peso relativo en las estrategias inversoras durante los últimos años, impulsados por un creciente interés en factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés). Hemos de saber que, hoy día, los fondos de inversión captan ingentes recursos económicos de los ahorradores e inversores para después aplicarlos en la adquisición de bienes, servicios, participaciones empresariales o incluso canalizarlos a través de la financiación a proyectos o empresas, entre otros destinos. Por ello es importante conocer la estructura y las políticas de gestión e inversión de dichos Fondos, y ahí cuentan con gran valor añadido los Fondos calificados como sostenibles. Estamos, por tanto, ante un escenario de conciencia global y de cambio profundo en la concepción y arquitectura de la actividad económica.
El Reglamento de divulgación de finanzas sostenibles (Reglamento UE 2019/2088, conocido por las siglas SFDR) es un marco de referencia, establecido por la Unión Europea, para la divulgación transparente del avance corporativo en desarrollo sostenible, con estándares y métricas especializados. Los fondos clasificados bajo el SFDR en el artículo 8 promueven características medioambientales, sociales y/o de gobernanza en el marco de una estrategia de inversión más amplia. Los clasificados como artículo 9 son productos más exigentes, con un objetivo específico, y deben tener un impacto positivo y significativo en aspectos medioambientales o sociales con sus inversiones, sin dañar otros objetivos sostenibles o, lo que es lo mismo, al medioambiente (DNSH por sus siglas en inglés).
Como ha ocurrido infinidad de veces en la historia de la humanidad, los pequeños gestos muchas veces desencadenan grandes cambios. Si nos resistimos a ver la realidad, esta nos arrollará y observaremos con asombro que hemos estado dormidos durante largo tiempo, quizás demasiado. El cambio en la gestión de las empresas, de sus activos, de sus riesgos y de su forma de contribuir a la sostenibilidad global es un hecho imparable. Y el ahorrador o inversor también tiene mucho que aportar, adoptando un papel consciente en la gestión de sus carteras y no solo pensando en la obtención pura de rentabilidad futura.
Las entidades financieras modernas también cumplen un papel muy relevante en el actual cambio de paradigma que afecta a la actividad económica, y que se revela en la sostenibilidad medioambiental y social. Por ello estas entidades se exigen introducir en su gobierno, estrategia y gestión de riesgos los criterios de sostenibilidad. Saben de su papel fundamental en la mitigación del cambio climático y la sostenibilidad del planeta, y para ello deben contemplar en la gestión de su negocio crediticio y de inversión tanto los riesgos físicos como los de transición. Además, los bancos son el hilo conductor para que tanto los clientes particulares, como empresas y sus proveedores introduzcan cambios que desemboquen en una ágil y eficaz transición ecológica de nuestro sistema productivo y, también, de modulación de la conciencia social.
Del mismo modo, los “stakeholders” o grupos de interés, como partes involucradas en el negocio corporativo, contribuyen a agilizar los cambios en materia de sostenibilidad.
Relevancia y crecimiento
La presión de los inversores y las sociedades avanzadas por adoptar prácticas más sostenibles ha llevado a un aumento en la demanda de estos productos financieros. La inversión en fondos sostenibles no solo refleja un compromiso ético, sino que también responde a un cambio de paradigma en el mercado financiero, donde la sostenibilidad se está convirtiendo en un criterio esencial para la evaluación del riesgo global, dando valor a esos riesgos no financieros a los que también se enfrentan las empresas y que ya son objeto de tratamiento y cuidado en la gestión de su negocio.
Comparación entre fondos sostenibles y otros fondos de inversión
Los fondos del artículo 8 y 9 del SFDR generalmente presentan un perfil de riesgo y rentabilidad que puede ser comparable o incluso ventajoso respecto al de los fondos ordinarios. Esto se debe a que las empresas con buenas prácticas en cuanto a sostenibilidad (ESG), tanto de riesgos medioambientales como climáticos o del ámbito de la gobernanza, tienden a ser más resilientes ante crisis y cambios de mercado. Además, la inversión sostenible puede abrir nuevas oportunidades en sectores en crecimiento, como por ejemplo en el campo de las energías renovables o el reciclaje y la economía circular.
Por qué invertir en Fondos de Inversión Sostenibles
· Comprometidos. Se ajustan a las preferencias de inversión de los diferentes inversores, y además están comprometidos con el cuidado del medioambiente y las personas.
· Perfiles de riesgo y rentabilidad. Los fondos artículos 8 y 9 presentan perfiles comparables a los fondos ordinarios, si bien en ocasiones pueden incluso ser ventajosos en esta comparativa.
· Impacto positivo. Invertir en Fondos ESG contribuye a un futuro más sostenible, apoyando empresas que priorizan el medioambiente y la responsabilidad social, así como la gobernanza ética y constructiva.
· Riesgo reducido. La integración de criterios ESG puede mitigar riesgos financieros a largo plazo, como aquellos asociados a regulaciones ambientales o cambios en la percepción pública, posibilitando empresas más resilientes y mejor gestionadas.
· Oportunidades de crecimiento. Los sectores sostenibles están en expansión y pueden ofrecer mejores oportunidades de rentabilidad a medida que la transición hacia un modelo económico más sostenible avanza.
· Responsabilidad social. Los inversores pueden alinearse con sus valores personales y contribuir a un cambio positivo en la sociedad. También mediante la selección de sus formas de ahorro e inversión.
Por tanto, la contratación de fondos de inversión sostenibles es una forma esencial de contribuir al bienestar del planeta y la sociedad, y también una forma inteligente de obtener una rentabilidad saludable, en términos de sostenibilidad de las economías y sociedades.
Oferta amplia de Fondos de Inversión Sostenibles en el mercado
Existe una extensa gama de Fondos de inversión artículo 8 y artículo 9 SFDR, tanto gestionados por gestoras nacionales como por las gestoras internacionales de mayor prestigio. Lo importante es incorporar dichos Fondos de Inversión Sostenibles en las carteras y estrategias de inversión, tanto de los ahorradores como de las empresas que invierten su excedente de liquidez, adecuándolas al binomio riesgo rentabilidad de cada perfil de inversor y buscando una diversificación consciente que también atienda a los criterios de sostenibilidad. Todos ellos conforman una oferta de fondos responsables, comprometidos no solo con el cuidado del medioambiente y la biodiversidad, sino también con las personas, las empresas que impulsan los criterios ESG y que reciben financiación a través de estos instrumentos de inversión colectiva, y el mantenimiento y desarrollo del estado de bienestar.