La economía circular es un concepto económico que se interrelaciona con la sostenibilidad, y cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos (agua, energía,…) se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de residuos.
«Una Europa que utilice eficazmente los recursos» es una de las siete iniciativas emblemáticas que forman parte de la estrategia Europa 2020 que pretende generar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Actualmente es la principal estrategia de Europa para generar crecimiento y empleo, con el respaldo del Parlamento Europeo y el Consejo Europeo.
Esta iniciativa pretende crear un marco político destinado a apoyar el cambio a una economía eficiente en el uso de los recursos y de baja emisión de carbono que nos ayude a: mejorar los resultados económicos al tiempo que se reduce el uso de los recursos; identificar y crear nuevas oportunidades de crecimiento económico e impulsar la innovación y la competitividad de la UE; garantizar la seguridad del suministro de recursos esenciales, y luchar contra el cambio climático y limitar los impactos medioambientales del uso de los recursos.
Además, ofrece un marco de medidas a largo plazo y, de manera coherente, otras a medio plazo entre las cuales ya está identificada una estrategia destinada a convertir a la UE en una «economía circular» basada en una sociedad del reciclado a fin de reducir la producción de residuos y utilizarlos como recursos. Se trata de implementar una nueva economía, circular -no lineal-, basada en el principio de «cerrar el ciclo de vida» de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía.
De la economía lineal a la economía circular
El modelo económico actual es un modelo lineal, basado en «tomar-fabricar-consumir-eliminar». Este modelo ha alcanzado su límite, es agresivo con el medioambiente y agotará las fuentes de suministro, tanto materiales como energéticas. Son numerosos los informes que destacan la cada vez mayor escasez de una serie recursos naturales y de combustibles fósiles. Se hace por tanto necesario iniciar la transición para pasar de la economía lineal a la economía circular. Este nuevo modelo de economía propone optimizar los stocks y los flujos de materiales, energía y residuos siendo su objetivo la eficiencia del uso de los recursos. Los residuos de unos se convierten en recursos para otros.
Desde 2015, hemos sido testigos de un avance en términos de conocimiento, información, concienciación y acción de gobiernos y empresas para pasar de una economía lineal a una economía circular. Ese año fue clave para la sostenibilidad global con el lanzamiento de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y del paquete de medidas de economía circular de la Comisión Europea.
Pero el concepto de economía circular sigue ampliando sus fronteras y desarrollándose a medida que los distintos sectores empresariales van incorporando innovaciones a distintas escalas (producto, componentes, proceso, servicio, cadena de proveedores u otras empresas de distintos sectores). A día de hoy, son muchas las definiciones del concepto de economía circular, que dependen del sector, del alcance y de los potenciales impactos, y que no se centran únicamente en indicadores ambientales, sino que también tienen en cuenta indicadores sociales como la calidad de vida, la salud y el bienestar y la generación de empleo.
La economía circular es por tanto la intersección de los aspectos ambientales, económicos y sociales. Este cambio de modelo se presenta como la solución para acelerar la respuesta a los retos más urgentes a los que nos enfrentamos, evidenciados en los 17 ODS y sus metas correspondientes, que presentan una visión holística y conectada del desarrollo sostenible. Pero esta transición, tan ambiciosa, requiere la acción de los distintos grupos de interés (sector público, sector privado y consumidores, entre otros) de manera coordinada y buscando alianzas estratégicas de impacto.
La Economía Circular en España. Novedades
El Gobierno de España, consciente de la importancia de incorporar la economía circular como elemento clave para favorecer el cambio hacia un modelo de desarrollo sostenible, lanzó en 2018 el borrador de la Estrategia Española de Economía Circular. España Circular 2030, como punto de partida para seguir los pasos de Europa, pone el foco en seis sectores de actividad; construcción, agroalimentario, pesquero y forestal, industrial, bienes de consumo, turismo y textil. Para el cambio que requieren dichos sectores, se proponen cinco ejes de actuación:
- materias primas secundarias,
- reutilización de agua,
- producción,
- consumo y
- gestión residuos.
Este mes de mayo, la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha anunciado que en las próximas semanas "por fin" el Gobierno aprobará la Estrategia Española de Economía Circular. Junto con la Estrategia ha anunciado que se pondrá en marcha también "todo un paquete normativo en esta materia", como la "nueva ley de residuos" que espera poder sacar a información pública "en las próximas semanas" y que esta normativa abordará el reto de los plásticos de un solo uso.
En concreto, respecto a la Estrategia Española de Economía Circular, ha precisado que incluirá objetivos para esta década que deberán permitir la reducción en un 30 por ciento del consumo nacional de materiales y la generación de residuos deberá reducirse en un 15 por ciento. Esto permitirá situar las emisiones de CO2 del sector residuos por debajo de las 10 millones de toneladas de emisiones de CO2.
Con esta iniciativa, España se suma a la lista de países que cuentan con políticas nacionales e iniciativas vinculadas con la producción y el consumo responsable, representadas por el ODS 12 -producción y consumo responsables-, que se vincula directamente con el modelo de economía circular. Esta Estrategia tiene, como se ha comentado anteriormente, la vocación de contribuir con el Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030, donde se reflejan los primeros pasos del país para su consecución. En dicho Plan se destaca la necesidad de la acción empresarial para contribuir con el ODS 12 a través del fomento de políticas de sostenibilidad y de mejora ambiental.
Pero para esta transición, todos los sectores deben avanzar en este nuevo modelo económico en los tiempos que vienen, incluido el consumo en los hogares. Los recursos siguen siendo finitos e insuficientes para toda la población mundial y algunos de ellos de acceso limitado, por lo que hay que ir olvidando la cultura del usar y tirar y seguir avanzando hacia una economía circular.