Cómo ahorrar energía en casa es una de las principales preocupaciones actuales de los hogares españoles ante el elevado coste de la factura de la luz y del gas. Influir en el coste de la electricidad y del gas no es algo que esté en manos de los ciudadanos, pero al menos sí se puede intentar reducir el consumo individual y, de esta forma, contener en lo posible el coste de esa factura.
No es imposible. Se pueden seguir unos sencillos consejos para poder economizar en la energía de casa no sólo por razones monetarias, que en un hogar son razones muy potentes, sino también por motivos de sostenibilidad, pues la producción de energía es un gran generador de gases nocivos para el medio ambiente y su consumo descontrolado va en dirección opuesta a la lucha contra el cambio climático.
En agosto empezó a aplicarse el Real Decreto-ley 14/2022 de medidas de ahorro, eficiencia energética y de reducción de la dependencia energética del gas natural dirigida principalmente a reducir el consumo de energía en edificios administrativos, recintos públicos y comercios. En este Real Decreto se recogen algunas recomendaciones que podemos aplicar igualmente en los hogares, como controlar la temperatura de la climatización, mantener puertas y ventanas cerradas si está la climatización encendida y apagado de luces cuando no son necesarias para el ejercicio de la actividad (en referencia al debatido asunto sobre el apagado de rótulos de comercios y escaparates a partir de las 22,00 horas).
Pero hay muchas más cosas que se pueden hacer. Toma nota para saber cómo ahorrar energía en casa. Quizá ya aplicas algunas de las siguientes recomendaciones, pero quizá también descubres algunas que desconocías.
Consejos eficaces para ahorrar energía en casa
No es necesario tomar medidas drásticas para ahorrar energía, si no prestar atención y seguir unos hábitos o rutinas que nos eviten elevadas facturas. Gestos como apagar luces innecesarias o electrodomésticos cuando no se necesitan, pueden conseguir este fin.
- Lo primero es valorar cuál es la principal entrada de energía en tu vivienda y quizá puedes barajar la opción del autoconsumo, mediante instalaciones solares. Si vives en una comunidad de propietarios además ahora existen ayudas europeas para impulsar la eficiencia energética en las viviendas, así que ¡aprovecha!
- Los electrodomésticos en “stand by” constituyen un gasto innecesario que se puede evitar. Si no los estás usando, apágalos o desenchúfalos.
- Si aún no has sustituido las bombillas incandescentes en casa ya estás tardando en cambiarlas por bombillas de bajo consumo y/o por bombillas LED. Su vida útil es mucho más larga y consumen menos energía. Hoy por hoy, las bombillas LED son las más eficientes.
- La climatización del hogar es uno los principales consumidores de energía en casa, por lo que ajustar la temperatura es primordial. Mantener una temperatura interior entre 24 y 26 grados en verano y entre 19 y 21 grados en invierno es suficiente. Los sistemas de aire centralizado son los más eficientes, pero si no es tu caso, cuando acudas a comprar una máquina de aire acondicionado o calefacción, elegir siempre la opción más eficiente siempre sale rentable.
- Ventanas y aislamientos. Un buen aislante del exterior hace que nuestra vivienda evite perder calor en invierno o ganarlo en verano, lo que hará que tengamos que hacer menos usos de sistemas de climatización y por tanto, mayor será nuestro ahorro. Las ventanas con “rotura de puente térmico” y los buenos aislamientos de las mismas con doble acristalamiento, hacen que evitemos gastos innecesarios en caldear nuestra casa. Si ves que el aislamiento de tu vivienda no es bueno, quizá es hora de hacer alguna reforma en casa para hacerla más eficiente.
- Cambiar por electrodomésticos eficientes. La eficiencia energética de estos aparatos influye notablemente en el gasto cotidiano. Revisa las “etiquetas energéticas” de tus electrodomésticos y si necesitas renovar alguno, decídete por uno que sea eficiente en este ámbito. El ahorro puede llegar al 25% respecto de los que son menos adecuados.
- Utilizar adecuadamente la lavadora. Es conveniente no abusar de temperaturas elevadas para los lavados y recurrir a los programas fríos. También es preciso que se utilice a plena carga para aprovechar cada ciclo de lavado.
- Ojo con el agua caliente. Calentar el agua supone también un elevado coste de energía, por lo que una ducha rápida ayuda no sólo a ahorrar agua, sino también en la factura eléctrica o del gas.
- También se puede hacer un uso eficiente de la nevera, un electrodoméstico que está permanentemente conectado. Para ahorrar, debemos modificar la temperatura, poniéndola entre los 3 y 5 grados, y evitando ponerlo al lado de fuentes de calor, como el horno o algún radiador. También es muy conveniente no abrirla muy a menudo para que no tenga escapes de frio.
Son recomendaciones sencillas, pero seguro que si consigues ponerlas en práctica (y que también lo hagan todos los convivientes del hogar) descubrirás cómo ahorrar energía en casa de una forma eficaz.