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Ayudas para la rehabilitación energética de las viviendas. El momento es ahora

María Álvarez Rodríguez

Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales

Sobre mi

Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Oviedo y Master en Ciencias Pedagógicas y Cualificación Educativa por la Universidad Estatal de Moscú. PMD y CS en Marketing por ESADE. Trabajando en el sector financiero en temas de Negocio Sostenible.

La posible recuperación laboral del mercado de la construcción -en este caso de rehabilitación de viviendas- debe acometerse con una visión continuista y progresiva, exigiendo la prolongación de las ayudas más allá de 2023

04 Aug 2022

8 Min de lectura

Siempre es un buen momento para intentar mejorar. Especialmente cuando lo que se quiere mejorar es la vida de las personas. Pero ahora es, de verdad, el momento en el que todos los hados se aúnan para plantearnos una actuación concreta: la rehabilitación de las viviendas para mejorar su eficiencia energética.

 

La Constitución española recoge, en su artículo 47, el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. En la reciente ola de calor en pleno junio, con muy pocas horas de noche y la energía a precios máximos, la adecuación y dignidad de nuestras viviendas se han visto claramente comprometidas, mientras que el concepto de “pobreza energética”, en forma de limitación del aire acondicionado, se abría paso para afectar a muchas más familias de las que hubiéramos imaginado.

 

El artículo 47 de la Constitución también establece que “Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias” -para la dignidad y adecuación de las viviendas-.  En ese sentido, y con la ayuda de los fondos europeos NextGenerationEU, España se ha fijado como objetivo multiplicar por 10 el ritmo de rehabilitación de viviendas, alcanzando las 300.000 intervenciones al año, lo que supone a la vez un reto y una oportunidad para la economía y el mercado laboral.

 

Los participantes en el proceso de rehabilitación de viviendas, incluyendo Administradores de Fincas, Comunidades de Propietarios, Empresarios y Entidades Financieras, tenemos la obligación moral de aprovechar estas ayudas europeas para beneficiar al mayor número posible de familias, reduciendo sus necesidades de climatización y mejorando su calidad de vida a largo plazo.

 

A estas alturas ya casi nadie se atreve a negar el cambio climático. Los eventos climatológicos extremos han venido para quedarse y una gran mayoría de las viviendas españolas no están preparadas para ellos. España es uno de los países de Europa con el parque de viviendas más envejecido: casi 10 millones de viviendas y más de la mitad de los edificios residenciales tienen más de 40 años y entre el 80 y el 85% de todos los edificios tienen calificaciones energéticas entre la E y la G. Solo el 0,3% alcanza la letra A. Además, el 75% de los edificios residenciales no son accesibles, y un 40% de los edificios con más de 4 plantas no tienen ascensor.

 

El instrumento de recuperación de la Unión Europea, denominado NextGeneration EU y  traslación en España, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, trazan una hoja de ruta para la modernización de la economía española, que permitirá la realización de reformas estructurales en los próximos años, mediante cambios normativos e inversiones, para recuperar la economía tras la pandemia causada por la COVID-19. Este programa supone una movilización de fondos sin precedentes; especialmente para nuestro país. De los más de 750.000 millones de € ayudas y préstamos previstos en Europa, más de 140.000 millones irán destinados a España. 70.000 de ellos en forma de ayudas directas, incluyendo subvenciones para la rehabilitación energética de edificios por 6.820 millones de euros, de acuerdo con el “Plan de rehabilitación de vivienda y regeneración urbana”.

 

Plan de rehabilitación de viviendas

 

La normativa que regula estas ayudas, ya promulgada en España: el Real Decreto 853/2021, el Real Decreto-ley 19/2021, ambos del 5 de octubre de 2021 y la reciente Ley 10/2022 de 14 de junio, de medidas urgentes para impulsar la actividad de rehabilitación edificatoria, constituyen uno de los paquetes normativos más completos, introduciendo medidas en muchos ámbitos. Entre ellos:

 

a.       La exención de las ayudas que se reciban.

b.       La deducción parcial en el IRPF de los importes efectivamente invertidos. Los no cubiertos por las ayudas.

c.        La aprobación de una línea de avales ICO destinada a cubrir parcialmente las financiaciones de entidades financieras, necesarias para acometer las obras y que su pago mensual se vea compensado por el ahorro energético alcanzado;

d.       La modificación de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana, para otorgar a las comunidades de propietarios plena capacidad jurídica para solicitar proyectos y operaciones crediticias destinadas a la conservación, mejora y rehabilitación de los edificios;

e.       La modificación de la Ley sobre la propiedad horizontal para permitir la aprobación de estas obras por mayoría simple, y la consideración de su pago (incluyendo la financiación correspondiente) como gastos generales de la comunidad, bajo ciertas condiciones, lo que facilita la concesión de los préstamos por las entidades financieras;

f.         La creación y respaldo de la figura del Agente Rehabilitador, fomentando “la agrupación de los distintos servicios para la ejecución de las rehabilitaciones a través de un único agente, modelo «llave en mano»”;

g.       La asignación de ayudas específicas para redactar el Libro técnico del edificio y para cubrir la elaboración del Proyecto de reforma, independientemente de si se alcanzan los niveles de mejora energética exigidos;

h.       La asignación de fondos para apoyar el establecimiento de “ventanillas únicas” para la gestión de licencias en las administraciones locales ...;

i.         Y, por supuesto, la importante asignación de ayudas, condicionadas al ahorro del consumo de energías no renovables y con porcentajes de apoyo importante, que llegan al 100% en casos de vulnerabilidad económica de los beneficiarios.

 

El paquete de medidas contempla seis programas de ayudas para:

1)         La rehabilitación de viviendas y reurbanización de espacios públicos en barrios con necesidades de transformación, es decir, en entornos Residenciales de Rehabilitación Programada (ERRP). Es necesario obtener una reducción de al menos un 30% del consumo de energía y el porcentaje de subvención (del 40 al 80% y hasta el 100% en casos de vulnerabilidad económica o social) se condiciona al nivel de ahorro. La cuantía máxima de la ayuda por vivienda son 21.400 €, y también incluye actuaciones de reurbanización o mejora del entorno físico.

2)         El apoyo a las denominadas oficinas de rehabilitación o ventanillas únicas de información, gestión y acompañamiento de la rehabilitación por las administraciones locales.

3)         La rehabilitación de edificios; Similar al programa 1, pero a nivel edificio, cuando se obtenga una reducción del consumo de energía del 30% con especial atención a la envolvente edificatoria. Ayudas hasta 18.800 €, con intensidad de subvención del 40 al 80% (100% en situaciones de vulnerabilidad).

4)         La mejora de la eficiencia energética de viviendas (domicilio habitual y permanente) con reducción de la demanda energética (calefacción y refrigeración de al menos un 7%) o de reducción del consumo de al menos el 30% y adecuación de fachadas al Código Técnico de la Edificación. Subvenciones del 40% con hasta 3.000 € por vivienda (muchas de ellas serán unifamiliares).

5)         La redacción de proyectos de rehabilitación y la elaboración del Libro del Edificio Existente (LEE) para edificios de viviendas finalizados antes del año 2000. Con importes que dependen del número de viviendas, hasta 3.500 € por Libro de edificio y 30.000 € por proyecto de rehabilitación.

6)         La construcción o rehabilitación de viviendas para alquiler social en edificios energéticamente eficientes sobre terrenos de titularidad pública, que pretende incrementar el parque público de viviendas eficientes (20% más que los requisitos del Código Técnico de Edificación) a ofertar a precio asequible.

 

Con todo esto parece que las ayudas pretenden acometer la cuestión con un enfoque holístico: 360 grados. No obstante, se estima que el incremento de la actividad de rehabilitación puede crear tensiones en los mercados, tanto de profesionales para desarrollar estos trabajos, como de ciertos materiales.

 

Incluso esas tensiones, especialmente una posible falta de mano de obra cualificada, deben interpretarse en clave de oportunidad para España. La posible recuperación laboral del mercado de la construcción -en este caso de rehabilitación de viviendas- debe acometerse con una visión continuista y progresiva, exigiendo la prolongación de las ayudas más allá de 2023, de modo que las viviendas de los españoles no solo sean eficientes en su consumo y emisiones, sino que permitan reducir las exigentes facturas de los suministros, desterrando o minimizando el temido y creciente efecto de la “pobreza energética”, pues, como indican las primeras líneas de la página web de la Unión Europea:

 

“ NextGenerationEU es más que un plan de recuperación: es una oportunidad única de salir reforzados de la pandemia, transformar nuestras economías y sociedades, y diseñar una Europa que funcione para todos.”

 

Los interesados en estas ayudas, pueden consultar el sistema de búsqueda y tramitación de ayudas europeas, que cuenta con acuerdos con agentes rehabilitadores para ofrecer el servicio de financiación y rehabilitación llave en mano, tanto a Comunidades de Propietarios como a viviendas unifamiliares.

 

 

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