El verano es sinónimo de desconexión y diversión, aunque suele venir acompañado de un incremento de los gastos que puede dejar tu cuenta corriente tiritando. Así que no queda otra que apretarse el cinturón, volver a la rutina y organizar tus finanzas personales.
Informe de daños: revisa tus finanzas personales
Empecemos haciendo números y revisando cuánto de más hemos gastado este verano, esto nos va a ayudar a plantear una estrategia clara para los meses venideros.
Hay que calcular cuáles son nuestros ingresos netos (los que suman en la cuenta corriente) y hacer un reparto de destino para estos ingresos, por ejemplo, un 55% de tus ingresos para gastos básicos (necesarios para vivir), un 25% para gastos extra (ocio) y un 20% para ahorro (futuro o imprevistos).
El siguiente paso es examinar lo gastado en las vacaciones pues posiblemente nos toca compensar los excesos o si no, puede que llegues con el agua al cuello a las próximas Navidades, un periodo que como sabes también es muy intensivo en gasto.
Te proponemos el siguiente plan: si tu presupuesto mensual para ocio es de 500 euros (como dijimos anteriormente un 25% de tus ingresos netos) y en el mes de vacaciones has gastado 1.500 euros, tenemos un exceso de 1.000 euros, una solución podría ser no incurrir en ocio durante los dos siguientes meses y compensaríamos el exceso pero esta medida tan radical posiblemente no la consigamos cumplir, por lo que podemos prorratear el exceso y limitar durante los siguientes cuatro meses el gasto a 250 euros.
Ahorrar como parte de la rutina
La palabra ahorro debemos asociarla automáticamente al largo plazo, esto implica un compromiso y, por ello, es necesario hacerlo rutina (recuerda que te propusimos destinar un 20% de tus ingresos netos al ahorro). Para cumplir este hito te proponemos realizar aportaciones periódicas, es decir, transferencias automáticas que salgan de tu cuenta corriente a otra cuenta o producto de inversión, como por ejemplo los seguros de ahorro.
Sin olvidar que a todos nos surgen gastos inesperados en el día a día que van más allá del porcentaje que tengas presupuestado, por lo que es importante que previamente hayas ido preparando un buen colchón de seguridad, pero lo que no es aconsejable es que compenses los excesos veraniegos reduciendo el porcentaje de ahorro en los meses siguientes. Es mejor que recortes tu presupuesto para gastos de ocio como te indicamos anteriormente.
Planifica de cara al siguiente verano
Con respecto a lo anterior, la mejor opción para evitar reestructuraciones y recortes es adelantarnos al gasto de las vacaciones mediante el ahorro en una hucha, de ese modo, podrás emplear el dinero ahorrado, en lugar de tener que compensar el gasto a costa de tu consumo futuro.
Es más, si optas por recortar el consumo (tanto el básico como el destinado a ocio) para aumentar el ahorro y lo inviertes en algún producto con poca volatilidad y algo de rendimiento, el efecto será multiplicador y tendrás más disponible para las próximas vacaciones. Como habrás comprobado, una correcta planificación y unos objetivos claros te ayudarán organizar tus finanzas personales.