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Índices bursátiles de sostenibilidad, ¿qué son?

Elena Martín Prieto

Economista

Sobre mi

Especialista en análisis y gestión de fondos de inversión. Profesional con más de 14 años de experiencia en los mercados financieros, los últimos gestionando fondos de fondos.

Los índices sostenibles se emplean, entre otras muchas utilidades, Como fuente de información para identificar aquellas compañías socialmente responsables y respetuosas con el medio ambiente

23 Feb 2021

6 Min de lectura

Los índices bursátiles de sostenibilidad son aquellos que incluyen compañías no sólo atendiendo a factores económicos, como capitalización bursátil, sino también atendiendo a su buen desempeño en el ámbito del gobierno corporativo, medioambiental y social de tal manera que excluyen aquellas compañías que tienen un impacto social o ambiental negativo.

 

Generalmente estos índices tratan de mantener pesos sectoriales o regionales similares a los índices de referencia más amplios con el objetivo de ser representativos del mercado. Son varias las utilidades que presentan estos índices:

  • Como referencia en la creación de productos financieros, tanto de fondos de inversión o ETF, centrados en inversiones sostenibles.
  • Como fuente de información para identificar aquellas compañías socialmente responsables y respetuosas con el medio ambiente.
  • Como fuente de información transparente en la evolución global de los estándares ESG (con incidencia positiva en el medio ambiente, la esfera  social y el gobierno corporativo).
  • Como referencias para comparar resultados de carteras de inversión sostenibles.

 

 

Cuáles son los índices sostenibles

 

El origen de estos índices lo encontramos con el lanzamiento en 1990 del Domini 400 Social Index (hoy denominado MSCI KLD 400 Social Index), una de las primeras referencias y de las más importantes en cuanto a aspectos ESG. Se creó con el objetivo de ayudar a aquellos inversores que querían incorporar factores sociales y medioambientales a sus decisiones de inversión. Este índice proporciona exposición a 400 valores del mercado americano seleccionados del MSCI USA IMI Index, partiendo de un universo de inversión de 3.000 acciones, e incluye compañías de alta, media y pequeña capitalización.

 

Posteriormente, en 1999, se crea la familia de índices de sostenibilidad Dow Jones Sustainability Indices (DJSI) con el fin, así mismo, de realizar un seguimiento del éxito financiero de las empresas líderes en sostenibilidad. Se basa en las puntuaciones ESG proporcionadas por la compañía de gestión y análisis sostenible RobecoSAM evaluando factores como el gobierno corporativo, la gestión del riesgo realizada por la compañía, marca, mitigación del cambio climático, estándares en la cadena de suministro y prácticas laborales llevadas a cabo por las empresas.

 

Dentro de esta familia de índices se puede encontrar un índice global, DJSI World, como principal referencia. Parte del universo compuesto por las 2.500 compañías del índice Dow Jones Global Total Stock Market Index (DJGTSMI) al que se aplican los filtros ESG para obtener una composición de unas 300 compañías. También ofrecen una referencia para el mercado europeo, con el DJSI Europe Index, que representa el 20% de las 600 compañías europeas líderes en términos de sostenibilidad que se encuentran dentro del índice DJGTSMI comentado anteriormente.

 

Otra de las referencias más importantes a nivel de índice bursátil de sostenibilidad es el FTSE 4Goods, que se lanzó en julio de 2001 e incorpora a empresas cotizadas de todo el mundo que cumplan con los requisitos en términos de prácticas de responsabilidad social corporativa en medio ambiente, relaciones con los accionistas y derechos humanos. Fue creado con la colaboración de UNICEF y emplea información que proporciona EIRIS, el Ethical Investment Research Service, organización fundada por entidades religiosas y caritativas para investigar las políticas sociales éticas y medioambientales de las empresas y sus avances.

 

Pero a partir de 2015, cuando la ONU adoptó los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, la inversión sostenible se generalizó y la gran mayoría de inversores empezaron a estar cada vez más interesados en inversiones que contribuyen al logro de esos objetivos como a generar rendimientos financieros.

 

Esta tendencia en aumento de la inversión en ESG) ha dado lugar a numerosos lanzamientos de nuevos índices de referencia. Ése ha sido el caso de Morningstar, plataforma de análisis de fondos y acciones muy accesible tanto para el inversor institucional como para el asesor financiero o inversor minorista, que lanzó en 2016 los Morningstar Sustainability Index Series, familia de índices de sostenibilidad que proporcionan exposición a empresas que presentan un alto nivel de sostenibilidad, manteniendo un perfil de rentabilidad/riesgo similar al del mercado en general. También lanza su Rating de Sostenibilidad, primer estándar global de la industria para la sostenibilidad de las carteras de fondos. Tanto el rating como los índices se basan en el análisis a nivel de compañía realizado por Sustainalytics, proveedor líder en calificaciones y análisis de ESG independiente por aquel entonces y que en 2020 ha pasado a ser propiedad de Morningstar.

 

Nueva normativa para la inversión sostenible

 

Si pensamos en la tendencia del mercado de las inversiones sostenibles debemos diferenciar según la posición de cada agente de mercado. Así, por parte de las autoridades llega nueva normativa:

  • Reglamento de Taxonomía. Responde a la necesidad de establecer un sistema de clasificación unificado en la UE para tratar las inversiones sostenibles ambientalmente en base a criterios uniformes.
  • Reglamento sobre Divulgación. Busca una mayor transparencia en la información relativa a las inversiones sostenibles y los riesgos de sostenibilidad.
  • Reglamento de Índices. Esta iniciativa introduce normas mínimas para ayudar a los administradores de índices de referencia a elaborar los "índices de referencia de transición climática de la UE" y los "índices de referencia de la UE armonizados con el Acuerdo de París". Se trata de etiquetas creadas para ayudar a los inversores que quieran adoptar una estrategia de inversión de bajo impacto carbónico. Los objetivos de este reglamento son 3: mejorar la transparencia y comparabilidad, reasignar el capital a inversiones respetuosas con el clima y evitar asignaciones engañosas (lo que se conoce como blanqueo ecológico).

    En relación a  esto, la UE propone la creación de dos nuevos índices: EU Climate Transition Benchmark (EU CTB), que busca reducir la huella de carbono de una cartera, y EU Paris-aligned Benchmark (EU PAB), busca alcanzar el objetivo de 2ºC en el Acuerdo de París sobre el clima. Mientras que conceptualmente ambos índices están relacionados con el Acuerdo de París, su principal diferencia radica en el nivel de ambición y restricción que ambos imponen.

 

No obstante, toda la normativa desarrollada hasta el momento tiene un marcado sesgo medioambiental ya que es consenso a nivel internacional la alarmante progresión del cambio climático y la necesidad de dirigir una mayor cantidad de flujos de capital privado a medidas que lo combatan. Por lo que no hay que confundir inversiones sostenibles con “inversiones verdes”, que sería sólo una parte. Esto hará necesario que la regulación siga avanzando en la importancia del resto de factores más allá del ambiental.

 

Finalmente, la tendencia por parte de los inversores se encamina a conocer el impacto ambiental y social de sus carteras, es decir, conocer y cuantificar el efecto de sus decisiones de inversión. No sólo se trata de buscar aquellas empresas con mejor puntuación de sostenibilidad, sino conocer con exactitud la magnitud de las emisiones de gases con efecto invernadero (GHC), el consumo de energía, el uso de agua y generación de residuos de cada compañía que hay en cartera para poder establecer la huella ambiental global de las posiciones. Esta información se utiliza para ajustar las ponderaciones empresariales de la cartera y maximizar los impactos positivos, o limitar los negativos, en la cartera de inversión.

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