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Deirdre McCloskey: el “giro retórico” a una economía más humana

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VICTORIA EUGENIA ROMERO OJEDA

Doctora en Economía

Sobre mi

Doctora en Economía (Premio Extraordinario de Doctorado) y Máster en Marco Institucional y Crecimiento Económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Licenciada en Economía por la Universidad de Málaga. Ha sido Visiting Researcher en la University of Westminster (Reino Unido). Actualmente desempeña su labor profesional en el sector financiero.

El trabajo académico de Deirdre McCloskey cuestiona los fundamentos de la economía tradicional, otorgándole un mayor protagonismo a las ideas, a la retórica filosófica y a la ética

15 Oct 2020

6 Min de lectura

Deirdre McCloskey lleva toda su vida dedicada al estudio de las Ciencias Sociales y las Humanidades. Conocida hasta 1995 como Donald McCloskey, nació en Ann Arbor, Michigan, el 11 de septiembre de 1942, y su actividad académica ha discurrido por disciplinas tan diversas como la economía, la historia, la literatura, la sociología, la ética o la filosofía.

 

De Deirdre McCloskey podría decirse que personifica muchas de las dotes que John Maynard Keynes, en su conocido artículo del Economic Journal de 1924 dedicado a su maestro, Alfred Marshall, identifica en el “buen economista”: matemático, historiador, estadista, filósofo, capaz de manejar símbolos y hablar con palabras corrientes; lo que la convierte, para muchos, en una firme candidata a convertirse en la tercera mujer en obtener el Premio Nobel de Economía, tras Elinor Ostrom en 2009 y Esther Duflo en 2019.

 

En el ámbito personal, su cambio de identidad sexual a los 53 años, después de 30 años de matrimonio y tras tener dos hijos, sorprendió al mundo académico. Transición que relata en su libro Crossing: A Transgender Memoir, considerado “Libro Notable del año” en 1999 por el New York Times y que la propia McCloskey, según reconoce, pensaba que significaría el fin de su carrera. Todo lo contrario. No obstante, esta importante decisión sí ha significado estar alejada de sus hijos y nietos.

 

Deirdre McCloskey: una economista multidisciplinar

 

Su extensa trayectoria académica, de más de cincuenta años, la ha hecho merecedora de varios doctorados Honoris Causa y del reconocimiento general de la profesión. Con 20 libros escritos, 7 más editados y más de 400 artículos publicados, su prolífica obra da buena muestra de su pensamiento.

 

Formada en Harvard en la década de los sesenta, Deirdre McCloskey se doctoró en Economía en 1970.  Su tesis sobre la producción de hierro y acero británicos entre 1870 y 1912 recibió el premio David A. Wells, una de las principales distinciones de esta universidad, en 1973, lo que la llevó a especializarse en historia económica de Gran Bretaña, si bien su campo de trabajo fue ampliándose a lo largo de los años.

 

Los inicios de su carrera académica se enmarcan en la Universidad de Chicago, en la que aceptó un puesto en 1968 en el Departamento de Economía, cuna de grandes Premios Nobel como Milton Friedman, George Stigler o Robert Lucas, entre otros. Durante estos años trabajó como asistente de Milton Friedman, acercándose a su concepción liberal de la economía.

 

Tras una intensa dedicación a la historia económica, en la década de los ochenta da el salto a la Universidad de Iowa, en la que permaneció hasta su traslado a la Universidad de Illinois en el año 2000, y comienza a ahondar en la teoría y metodología económica y estadística y las causas del crecimiento económico a largo plazo, cuestionando el enfoque tradicional bajo la óptica de la filosofía y la lingüística.

 

Una nueva concepción de la economía

 

¿O quizás no tan nueva? Lo innovador del trabajo de McCloskey es plantear un regreso a la filosofía moral de los economistas clásicos (Adam Smith, Karl Marx, John Stuart Mill…) con el individuo como protagonista.

 

Su concepción de la economía es el resultado de la evolución de su pensamiento, tanto en la vertiente teórica como en la metodológica. En la primera, abandonó su posición marxista y abrazó el liberalismo propio de la Escuela de Chicago, aunque años más tarde reconocería que su análisis desde la óptica de otras disciplinas la ha llevado a cuestionar ciertos aspectos. En el terreno metodológico, aunque se considera una economista cuantitativa, criticó la metodología económica ortodoxa, que pecaba, en su opinión, de un uso abusivo de la significación estadística frente a la económica. 

 

Es precisamente este cuestionamiento de la economía tradicional, con la acumulación de factores productivos como clave del crecimiento económico, el recurso a la estadística y la econometría como herramientas y el Homo economicus racional y egoísta como referencia, el que da origen a sus principales aportaciones:

 

1.       El poder de las ideas

“Las ideas, no el capital o las instituciones, enriquecieron el mundo”[1]

El crecimiento económico iniciado a partir de la Revolución Industrial, al que denomina “Gran Enriquecimiento”, no tiene causas materiales, sino que se debe a un cambio en la ética, la ideología y las actitudes de las personas, más concretamente, de la burguesía. Fueron los cambios producidos a la hora de concebir los negocios, el intercambio, la innovación y las ganancias los que permitieron una mayor generación de riqueza, más allá de los tradicionales factores productivos o del impacto de las instituciones. Ideas que plasma en su trilogía “The Bourgeois Era” (2006-2016).

 

2.       El “giro retórico”

Los economistas “son poetas, pero no lo saben”[2]

Plantea como alternativa a la metodología económica tradicional el uso de la retórica, es decir, emplear la argumentación para persuadir a través del mensaje, propio de la filosofía clásica de Aristóteles. Los planteamientos de lo que se ha denominado el “giro retórico” aparecen recogidos en su obra: The Rhetoric of Economics (1985).

 

3.       “Humanomics”: hacia una economía más humana

“Una economía sin un marco ético es un error”[3]

Bajo el término “humanomics”, o “economía de lo humano”, defiende un cuestionamiento moral y ético de la economía, centrándose en el hombre y sus virtudes, la más destacada, la prudencia, aunque no la única. El enfoque humanista de McCloskey y su llamada al mantenimiento de la moral y la integridad en la profesión, concibiéndola como combinación de ciencias y humanidades, es un regreso a la filosofía moral de ayer desde la óptica de hoy.

 

En la actualidad, Deirdre McCloskey continúa desarrollando su labor como Distinguida Profesora Emérita de Economía e Historia y Profesora Emérita de Inglés y Comunicación en la Universidad de Illinois, Chicago, con múltiples proyectos en marcha.

 

[1] Bourgeois Equality: How Ideas, Not Capital or Institutions, Enriched the World. Vol. 3. Trilogy “The Bourgeois Era,” University of Chicago Press, 2016.

[2] The Rhetoric of Economics. Madison, University of Wisconsin Press, 1985.

 [3]Ethics, Friedman, Buchanan, and the Good Old Chicago School: Getting (Back) to Humanomics. Paper, presented at the Meeetings of the Anual Summer Institute for the Preservation of the History of Economic Thought at the University of Richmond, 24 june 2011.

 

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