La inversión a largo plazo tiene siete principios fundamentales para su éxito. El primero de ellos es el más evidente: las sociedades desarrolladas tienen una población cada vez más envejecida. Así pues, el primer principio que debemos considerar al realizar una inversión a largo plazo es que vivimos mucho más tiempo.
En el Reino Unido, el Rey Carlos III (hasta hace poco lo hacía su madre, la fallecida Reina Isabel II) envía una felicitación de cumpleaños a todos los que llegan a cumplir un siglo. Durante la última década, el número de personas que han recibido estas felicitaciones reales ha aumentado un 70%. No solo en Gran Bretaña, en todo el mundo, cada vez más población está alcanzando edades respetables.
Una vida más larga plantea enormes implicaciones aún por explorar, no solo para la salud, sino también para la educación, el trabajo y la estructura de la sociedad.
El aumento de la esperanza de vida que logramos se traduce en ocio después de la jubilación, pero poder financiarlo se está convirtiendo en un todo un reto.
Cada vez más, las personas tendrán que trabajar más tiempo, jubilarse más tarde y ajustar cómo y cuándo se incorporan y se toman tiempos de descanso de la fuerza laboral. La educación ya no es solo para la juventud, sino algo que se extiende a lo largo de la vida. Todo pasa por el fomento de la cultura del ahorro a largo plazo.
No se trata solo de una cuestión de longevidad, sino de garantizar que las personas planifiquen una vida más larga con estabilidad y equilibrio también en lo financiero. Esto significa mentalización, una adecuada planificación financiera y la correcta fijación de los objetivos financieros. Y, como no, la utilización de unas adecuadas herramientas para canalizar y gestionar de forma óptima el ahorro: los fondos de inversión.
Empezar a ahorrar cuanto antes, con un sistema de aportaciones periódicas, por ejemplo, incluso aunque sea a través de importes muy pequeños, manteniendo una disciplina y sistemática, generará una bolsa de ahorro para afrontar los posibles imprevistos y las necesidades futuras en función de los objetivos financieros que nos hayamos fijado.
¿Quieres conocer los siete principios de éxito para el ahorro a largo plazo? Síguenos en UniBlog.
