Como es sabido, dentro de las tareas que se realizan en el centro de trabajo son muchas las que pueden realizarse a distancia sin que sea necesario la presencia física del trabajador en su puesto. Para que esto pueda llevarse a cabo es necesario la utilización de tecnologías de la información y de la comunicación.
Es mucha la información que sobre teletrabajo podemos encontrar en Internet: formas de llevarlo a cabo, metodologías, aplicaciones o tecnologías más utilizadas, entre otras. Pero en este artículo vamos a centrarnos en varios aspectos que van un poco más allá de la implantación práctica del mismo.
En primer lugar, y como marco de trabajo, es necesario saber en qué punto se encuentra la implantación del teletrabajo en la empresa en España. No fue hasta la modificación legislativa del artículo 13 del Estatuto de los Trabajadores, por la Ley 3/2012 donde se recogió la figura del teletrabajo como trabajo a distancia. A partir de ahí, los distintos convenios colectivos de las empresas así como estudios doctrinales han sido los mecanismos para orientar a las empresas en la articulación de los distintos temas que suscitan esta nueva forma de trabajo.
Según datos de 2018 de la Oficina Estadística de la Unión Europea, Eurostat, en España apenas un 4,3% de los trabajadores se conecta a distancia para desempeñar su trabajo, lo que conforma unos porcentajes ligeramente más bajos que otros países europeos. El ranking lo encabeza los Países Bajos con un 14%, seguido de Finlandia (13,3%). España se encuentra al mismo nivel que, por ejemplo la República Checa (4%), Polonia (4,6%) o Reino Unido (4,4%), situándose la media europea en 5,2%.
No obstante, según el Monitor de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo de Adecco, con datos posteriores a los de Eurostat, la cifra de españoles que teletrabajan crece, alcanzando el 7,9% de ocupados, lo que supone más de 1,5 millones de personas. Además, la proporción de teletrabajadores ha crecido en 12 comunidades autónomas siendo los incrementos más significativos a Baleares y Cataluña, alcanzando, respectivamente, el 9,1% y 9,3% de trabajadores.
A tenor de los datos indicados podríamos decir que en nuestro país, aunque partimos de un escenario cercano a la media europea, la progresión del trabajo remoto ha ido en aumento.
En segundo lugar, el teletrabajo nos plantea otro aspecto a considerar: la posibilidad de la desconexión digital en el trabajo. Como tal, en España el uso de las nuevas tecnologías fuera del horario laboral está legislado mediante Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales. No obstante deja a criterio de las empresas la elaboración de una política de uso responsable de los dispositivos que garantice el derecho de desconexión digital a aquellos empleados que teletrabajen.
La transformación en la vida laboral que implica el teletrabajo trae consigo el planteamiento de nuevas interrogantes ‐que no se dan cuando el trabajo se realiza en unas instalaciones físicas‐ a las que hay que adaptarse.
Por último, y como tercer aspecto, destacamos la evolución y futuro del teletrabajo con respecto a la conciliación laboral y familiar. El tándem productividad y conciliación familiar en un entorno como el teletrabajo es uno de los retos que se plantean en este nuevo escenario y que exigirá de soluciones que compatibilicen ambos aspectos.
Según la Fundación Más Familia que elabora periódicamente el Libro Blanco del Teletrabajo el trabajo en remoto ayuda varias vertientes: por un lado aumenta la productividad y reduce los costes fijos de la empresa; por otro lado, facilita la movilidad de las ciudades y disminuye los índices de contaminación; por último, genera más motivación al trabajador al darle la posibilidad de elegir y, por ende, más facilidades para conciliar.
Todavía queda un largo camino por recorrer e interrogantes por resolver. Posiblemente, esta nueva tendencia laboral irá consolidándose poco a poco hasta convertirse en una de las formas habituales de trabajo para el presente siglo. No obstante, y con toda probabilidad a la espera de datos oficiales, la situación sobrevenida por la propagación del coronavirus COVID‐19 ha acelerado el uso del teletrabajo por las empresas españolas entre sus trabajadores, haciendo su utilización más extensiva e intensiva.
Esto, sin duda, creará un antes y un después en el uso y concepción que del trabajo remoto se ha tenido por parte de las empresas españolas y promueva, tal vez, que esta nueva cultura del trabajo arraigue en nuestro país.