Como todos conocemos la Sociedad de la Información nos sitúa en un escenario de mercado extremadamente competitivo que afecta cada vez más al concepto de Servicio Bancario.
La digitalización ha generado nuevas actividades y al mismo tiempo ocupaciones que parecían imprescindibles se han visto obligadas a reinventarse para sobrevivir: el ordenador le ha ganado la batalla al papel, las tarjetas de crédito han restringido la circulación de billetes y los móviles del monedero. Está desapareciendo la fisicalidad.
Si bien esto no es una novedad, sí que está cambiando cómo cambiamos, marcando la evolución y redefiniendo el sector. La tecnología ha arrasado modelos de negocio y sus beneficios mientras que la “economía de plataforma” ha desplazado el valor de la actividad empresarial estableciendo un nuevo centro de gravedad con nuevas reglas de juego.
La transformación digital es una prioridad estratégica para las entidades financieras, tanto interna como en el desarrollo de servicios a los clientes.
Esta revolución es más patente aún en los canales. En España un tercio de los usuarios acceden a los servicios financieros desde Internet. Aunque a nivel general, y por las particularidades sociológicas de nuestro país aún nos quede recorrido para alcanzar los niveles medios de la Unión Europea, el fenómeno de la digitalización es sin embargo una cuestión crítica en la empresa, donde la práctica totalidad de las Pymes y Grandes Empresas, sean nativas digitales o no, acceden a internet y articulan su actividad mediante los nuevos recursos tecnológicos de la gestión y la información.
Apuntando tendencias, la “tercera pantalla” lidera con la utilización de los Móviles y Smartphone como infraestructura más extendida en los segmentos autónomos y microempresas
Ventajas de la banca digital
Así, la banca digital ha revolucionado las relaciones de las empresas con su entidad financiera. Con un solo clic en el ordenador, tableta o teléfono móvil, se pueden contratar productos financieros específicos con condiciones ventajosas para invertir en nuevos mercados, utilizar un datáfono virtual o simplificar algunas tareas diarias, como el pago a proveedores o el cobro de facturas que pueden ser gestionados cómodamente desde un dispositivo electrónico con acceso a Internet o a través de la aplicación móvil de cada entidad bancaria.
El catálogo de servicios de banca digital para empresas es cada vez más amplio y variado en el sector bancario y otorga una gran flexibilidad en la gestión comercial y profesional de las compañías.
Las entidades financieras han desarrollado servicios que hacen posible la gestión digital de cobros y de pagos, facilitando abonar cheques y pagarés on-line, creando facturas electrónicas y emitiendo adeudos directos mediante recibos, emisión de remesas de pagarés por cuenta corriente y de pagos domiciliados, así como el cobro de facturas a sus clientes.
Se facilitan soluciones de financiación especializada como el confirming, que permite gestionar digitalmente los pagos a proveedores y ofrece mediante el anticipo de su importe la posibilidad de cobrar las facturas antes de su vencimiento, o como la realización de transferencias transfronterizas a través del sistema SEPA, lo que facilita el pago a proveedores y la emisión de cheques bancarios de una forma ágil y segura.
Todo este conjunto de prestaciones ilustran en la actualidad la relación que han entablado las entidades financieras con las nuevas tecnologías ofreciendo un amplio catálogo de servicios de la banca digital a empresas en un proceso de transformación de continua mejora e imparable crecimiento.