Linkedin es conocida por los asiduos a las redes sociales como el canal de búsqueda de empleo y proyección laboral por excelencia. Reclutadores, personas que buscan empleo, trabajadores que quieren dar un salto laboral, directivos de empresas de RRHH, directivos a secas… Todos están en Linkedin, porque es una red diseñada para hacer negocios, obtener contactos, poner en valor nuestras capacitaciones laborales y buscar empleo.
Pero, como en todos los canales sociales, en Linkedin hay que saber estar y, dada la trascendencia del objetivo que se pretende lograr (empleo, proyección laboral, reputación de marca, hacer contactos de negocios, formarse…), hay que estar bien y saber manejar la herramienta de forma eficiente. Porque, por norma general, si estás en Linkedin es porque esa red te interesa. No es lo común estar en ella por estar.
Para tener presencia en esta plataforma social hay que plantearse qué queremos transmitir de nosotros con calma y visión estratégica. Una vez resuelta esa cuestión, debemos enfocar nuestros esfuerzos en la dirección determinada, utilizando todos los elementos que nos ofrece el canal para alcanzar el objetivo predefinido: la imagen, el currículum, el extracto de la bio, el portfolio, las recomendaciones…
Primero: lo básico en Linkedin
A la hora de darnos de alta en Linkedin o repasar nuestro perfil, si ya contamos con uno, es necesario tener muy en cuenta diversos aspectos elementales:
- No dejes la foto del perfil en blanco o no transmitirás confianza. Usa una foto tuya que, además, sea profesional y de calidad. En la foto de Linkedin se te debe distinguir con claridad y, si es posible, debe realizarse en un entorno profesional.
- Personaliza la url de tu perfil con tu nombre.
- Cuida la ortografía y la redacción.
- Demuestra que sabes sintetizar: destaca lo importante y organiza el perfil de forma que sea fácil conocerte en un vistazo rápido.
- Si estás capacitado, redacta tu perfil en español e inglés. Si puedes incorporar más idiomas, mejor. Así demostrarás fehacientemente una de tus cualidades laborales.
Después: lo más importante en Linkedin
La parte superior de tu perfil en Linkedin es la más relevante. Es la zona más visualizada, en la que aterrizan todas tus visitas.
El titular es el texto inmediatamente inferior a la fotografía y sólo tiene 120 caracteres. Hay que saber aprovecharlo principalmente porque te permitirá aparecer en las búsquedas que otros realicen interesándose por un perfil profesional concreto. Además, te definirá a golpe de vista. Piensa bien qué buscas proyectar de ti mismo y selecciona las palabras con detenimiento, realiza búsquedas previamente en la red para conocer las mejores palabras claves. Ten por seguro que el tiempo invertido merecerá la pena.
En Linkedin los datos de contacto son importantes. Inspira confianza que los incluyas, así como el resto de perfiles en redes sociales que poseas. Ojo, piensa cómo usas el resto de tus redes personales antes. Si van en consonancia con tu perfil de Linkedin, inclúyelas. De lo contrario es mejor omitirlo.
Finalmente el extracto que cierra la parte superior de tu perfil en Linkedin es también una gran oportunidad para resumir y venderte. Busca tus puntos fuertes, enfatízalos y sé creativo, incluso. Úsalo como si de un pequeño anuncio de publicidad se tratara.
A continuación: el currículum en Linkedin
La parte intermedia de tu perfil es la que permite incluir tu experiencia, formación, etc. Es decir, tu currículum. Esta red permite subir material gráfico, enlaces… Aprovecha si dispones de esta opción y no dudes en incluirlo, te distinguirá y aportará valor a la información general que ofrezcas.
No te extiendas en exceso, pero tampoco seas telegráfico a la hora de detallar tu vida laboral. Busca el equilibrio y procura definir bien funciones poniendo siempre en acento sobre tus puntos fuertes.
Además del currículum, Linkedin permite definirte con actitudes y añadir recomendaciones. Son dos opciones muy útiles que no deberías pasar por alto ni menospreciar.
Las actitudes te permiten definir sucintamente qué valor aportas a las empresas y las recomendaciones te permitirán demostrar que, en tu trayectoria profesional, hay compañeros/jefes/proveedores que ‘dan la cara’ por ti, lo cual es siempre un valor añadido para cualquier empleador.
Las recomendaciones hay que solicitarlas ., no tengas miedo de hacerlo. Si bien no todo el mundo accederá a darte su recomendación, no te preocupes por ello, al menos hay que intentarlo. Y el valor que aporta sí es muy relevante.
Conclusión: cuida tu actividad en Linkedin
El último paso en este breve repaso por esta red social profesional es cuidar tus interacciones.
Linkedin te permite unirte a grupos, compartir contenido propio o de terceros, dar me gusta y dejar comentarios en las publicaciones de otros… Lo habitual en una red social.
Recuerda que estamos hablando de una comunidad profesional. Cuida tus contenidos, como has cuidado el diseño de tu perfil. Esmérate en la forma de expresar tus comentarios, responde a los comentarios que realicen en tus publicaciones y agradece siempre a quien te acepte como contacto el gesto. Busca a quien comente tus contenidos e interactúa con él, dentro de tus posibilidades. Y, recuerda, lo que compartes ofrece a terceras personas una idea de qué cosas te interesan y cuáles son sus prioridades.
En la mensajería privada, Linkedin ofrece textos predeterminados para conectar con terceras personas o para relacionarse por ellas. No está mal para usarlos cuando tienes poco tiempo, pero lo ideal es personalizar el mensaje. Demostrar interés real por esa personal, como te gustaría que lo hicieran contigo ¿no?