En el ámbito empresarial, el término unicornio se emplea para referirse a las startups que alcanzan un valor superior a los mil millones de dólares. El concepto fue acuñado en 2013 por Aileen Lee en su artículo “Welcome to the Unicorn Club: Learning from billion-dollar startups”.
La exigencia inicial de alcanzar una valoración tan elevada pone de manifiesto la dificultad de convertirse en “unicornio”, por lo que encontrarse con una de estas empresas, tal y como sucede con el animal mitológico del que toman su nombre, constituye un hecho excepcional.
Valoración de las “empresas unicornio”
Precisamente, la cuestión relativa a su valoración es una de las particularidades de estas empresas. Como se ha señalado, el valor de estas entidades supera los mil millones de dólares, pese a que se trata de startups tecnológicas que se encuentran en fase inicial y en muchos casos no generan beneficios o presentan un cash flow negativo, lo que supone un obstáculo para que puedan hacer frente a sus compromisos de pago.
No obstante, su valor se basa en el rápido crecimiento que han logrado en poco tiempo y, sobre todo, en las expectativas de éxito que generan entre los inversores: entidades de capital riesgo y business angels. En este sentido, algunos estudios advierten de que su alta valoración debe tomarse con prudencia, ya que lo habitual es tomar como base de cálculo el valor de la acción tras la última ronda de financiación.
Perfil empresarial
Además de su elevada valoración, en las empresas unicornio es posible identificar algunos elementos comunes que son clave en el desarrollo de su modelo de negocio. En general, se trata de empresas de reciente creación, con proyectos innovadores y de base tecnológica que aún no alcanzan los cinco años de vida y que están formados por plantillas muy jóvenes.
Estas empresas no cotizan en bolsa, los recursos financieros para implementar sus proyectos proceden de capital privado y se obtienen a través de rondas de financiación. Los recursos obtenidos constituyen el impulso definitivo para la expansión del negocio, a través de modelos escalables que generan un rápido crecimiento de los ingresos.
En cuanto a los productos que ofrecen, están basados en tecnología disruptiva, introduciendo aspectos innovadores en sectores que permitan cambiar los comportamientos sociales, por lo que están muy centrados en el cliente final. Las nuevas tecnologías, y especialmente el uso de las redes sociales, constituyen una herramienta clave para la difusión de estos proyectos.
Parque de unicornios en el mundo
La cifra de unicornios en el mundo ha alcanzado las 326 empresas en 2018, según la firma de investigación CB Insights, lo que refleja el dinamismo en la incorporación de entidades a este selecto club, tras registrarse 119 empresas más que en 2017.
Aproximadamente la mitad de los unicornios se localizan en EE.UU. (48% del total), constatándose una importante concentración de estas empresas en Silicon Valley. La segunda economía con mayor presencia de empresas unicornio es China (24%), mientras que en Europa su implantación es inferior (12%), encontrándose domiciliadas principalmente en Reino Unido y Alemania. España solo cuenta con una empresa unicornio: Cabify, que pertenece al sector del transporte bajo demanda, cuya valoración alcanza los 1.400 millones de dólares.
En cuanto a los sectores más representativos de la actividad de las empresas unicornio, conviene reseñar su participación en el ámbito de los servicios de Internet y de software (25% del total), en el comercio electrónico (13%) y en las finanzas (Fintech, 11%). Otras ramas en las que desarrollan su actividad estas empresas son, entre otras, el transporte bajo demanda, el sector sanitario, la robótica, la comunicación, las redes sociales y los viajes.
¿Quiénes serán los próximos unicornios?
La composición del parque de unicornios está sujeta a cambios, ya que disminuye cuando las empresas salen a bolsa y aumenta cuando se incorporan las empresas que han logrado el acceso a la ronda de financiación definitiva que incrementa su valoración.
Así, compañías que habían sido catalogadas como unicornios (Facebook, Spotify, Dropbox o Xiaomi) dejaron de pertenecer a este grupo tras dar el salto al mercado bursátil y empresas como Uber, Airbnb o WeWork podrían ser las próximas en hacerlo.
La entrada de nuevos unicornios depende del interés que despierten los nuevos proyectos para los inversores nacionales y extranjeros. En España, algunas empresas están cerca de conseguirlo ya que, según el ranking europeo Tech Tour Growth 50, tanto AlienVault (seguridad informática) como Scytl (tecnología electoral) figuran entre las tecnológicas mejor posicionadas cuyo valor aún no alcanza los 1.000 millones de dólares.