La universalización de los dispositivos móviles (teléfonos inteligentes y tabletas) está permitiendo que el medio online se convierta en un canal de venta cada vez más común en todos los comercios. A día de hoy, ¿quién no ha hecho alguna vez una compra por Internet? A priori, las ventajas son diversas: puedes comprar desde casa, sin colas, comparar fácilmente precios de diferentes sitios, obtener las mejores ofertas…
Pero no podemos olvidar que también existen inconvenientes cuando compras online. Por un lado, perdemos el contacto con el producto físico antes de comprarlo. Por otro, la ciberseguridad es un aspecto que hay que tener muy en cuenta en todo momento en el proceso de la compra online. ISACA (asociación internacional que apoya y patrocina el desarrollo de metedologías y certificaciones para la realización de actividades de auditoría y control de sistemas de información) define la ciberseguridad como la “protección de activos de información, a través del tratamiento de amenazas que ponen en riesgo la información que es procesada, almacenada y trasportada por los sistemas de información interconectados”*.
¿Qué es necesario saber para comprar online de forma segura?
Para que tus compras por Internet no se conviertan en un quebradero de cabeza, conviene seguir una serie de recomendaciones.
- Activa tu tarjeta. Por seguridad, de forma general, las tarjetas no suelen estar activadas para operar por Internet, por lo que es muy importante que recuerdes tener activada tu tarjeta para poder operar por este canal cuando quieras hacerlo. Posteriormente, en tu Banca Electrónica, podrás desactivarla y volverla a activar cuando lo necesites.
- Protege tu dispositivo. Tanto si utilizas ordenador, como teléfono móvil o Tablet, es conveniente instalar un antivirus y asegurarnos de tenerlo actualizado, así como el sistema operativo. De esta manera estaremos protegidos frente al malware.
- El uso de un firewall también es recomendable: Windows 7 y Windows 10 ya incluyen su propio firewall gratuito para proteger los equipos.
- Usa contraseñas seguras. Las mejores contraseñas contienen números, letras y diferentes caracteres, y son las ideales para usar en servicios de compras online.
- Utiliza una conexión segura. Evita el uso de redes wifi públicas, ya que no ofrecen ninguna garantía de seguridad, y cualquier usuario conectado podría espiar la comunicación. Evita también el uso de PCs ajenos, como pueden ser los de cibercafés, bibliotecas o cualquier otro sitio público.
- Protege tu información. La dirección debe empezar por HTTPS y mostrar un candado en la barra de direcciones, lo que indica que la información que se transmite está cifrada, haciendo mucho más difícil que un tercero pueda capturar nuestros datos. Este tipo de conexiones utiliza un certificado que, en función de su estado, hace que la barra de direcciones aparezca de distintos colores:
- El certificado de seguridad de la web debe coincidir con el sitio que estamos visitando. De no ser así, debemos salir de la página inmediatamente.
- Conoce al vendedor. La tienda online debe proporcionar información sobre quiénes son, domicilio fiscal, aviso legal, política de privacidad, formas de pago, políticas de envíos y devoluciones, datos de contacto. También se puede indagar sobre la tienda en buscadores, redes sociales, foros… comprobando qué opiniones tienen otros usuarios sobre ella. Si tienes dudas sobre la fiabilidad de una tienda online, lo mejor es buscar otra alternativa.
- Infórmate de si la tienda online está adherida a algún sello ecommerce, es decir, a algún código de buenas prácticas de comercio electrónico que garantiza que cumple unos criterios de seguridad en la compra y cumplimiento legal en materia de privacidad y protección de los consumidores.
- Asegúrate de lo que estás comprando. Lee atentamente la descripción del producto, prestando especial atención a palabras como “reacondicionado” o “saldo”, que podrían indicar que el producto no está en perfectas condiciones. Cuidado con productos de marcas de renombre a precios excesivamente rebajados, se podría tratar de falsificaciones.
- Comprueba que los gastos de envío, tramitación, o cualquier otro gasto o impuesto adicional están incluidos. Hay empresas que añaden todos los costes al precio final y otras que lo hacen al confirmar la compra.
- Guarda todos los registros y recibos. Imprime o guarda los registros de las compras por Internet, incluyendo la descripción y el precio del producto, el recibo de la compra y los mensajes de correo electrónico que envíes o recibas.
- Revisa tus cuentas regularmente. Tras realizar una compra, asegúrate de que no se hayan realizado cargos extra o falsos en la tarjeta de crédito. Si encuentras una transacción extraña conviene notificarlo cuanto antes para retroceder el pago y solicitar una tarjeta nueva.
Métodos de pago
Ya tenemos la tienda y el producto elegidos, ahora toca pagar. Existen diferentes métodos de pago que podemos utilizar en nuestras compras por Internet:
- Pago con tarjeta. El pago se puede realizar con una tarjeta de crédito o de débito. Se realiza con la información contenida en la propia tarjeta. Para evitar que el comercio pueda acceder a los datos de la tarjeta, muchas tiendas on line utilizan TPVs virtuales con autenticación, donde son las entidades bancarias las encargadas de la verificación y protección de los datos bancarios del cliente.
- Tarjeta prepago. Permiten realizar pagos sin que estén asociados a una cuenta bancaria. Puedes decidir con cuánto dinero se recarga la tarjeta y, una vez se ha agotado, volver a recargarla. La principal ventaja es que, en caso de pérdida o robo, sólo perderemos la cantidad que hayamos cargado.
- Tarjeta virtual. Este tipo de tarjetas se pueden generar en el momento, normalmente a través de una aplicación instalada en nuestro móvil proporcionada por nuestro banco.
- Transferencia bancaria y pago contra reembolso . El primer caso suele ser el más lento, ya que el vendedor no empezará a preparar nuestro pedido hasta que no tenga constancia del pago en su cuenta. La principal ventaja es que no se introducen datos en ningún sitio web, pero puede resultar complicado recuperar el dinero en caso de fraude, sobre todo si la cuenta de destino está en el extranjero. En cuanto al pago contra reembolso, el pago no se realiza hasta que no se recibe el artículo. Esta opción no siempre está aceptada por los vendedores y puede implicar un coste adicional. Ambos métodos tradicionales se encuentran cada vez más en desuso.
Plataformas de pago
Para que puedas realizar una compra online, es imprescindible que el comercio disponga de una plataforma de pago seguro, que actúa como intermediario entre el cliente y el comercio durante todo el proceso de compra. La principal ventaja de estas plataformas de pago es el garantizar la seguridad de todos los datos de carácter sensible de tu tarjeta, además de certificar las transacciones seguras.
Además, las entidades financieras disponen de una verificación adicional del método de pago que te autentifica en la operación y confirma que eres tú quien está realizando la compra. Busca en la web de los comercios, al facilitar tu información de pago, los logos de 'Verified by Visa’ y ‘MasterCard Secure Code’ que aseguran esta seguridad adicional. En breve habrá más distintivos que indican que el pago se puede hacer de forma segura.
En el proceso de autentificación los bancos utilizan sistemas robustos y que en todo momento cumplen la normativa en vigor, por ejemplo enviar claves mediante SMS al Móvil o a través de sistemas biométricos - huella, reconocimiento facial o de iris.
Existen otras plataformas de pago para realizar tus compras online que hacen igualmente de intermediarios entre el comprador y el vendedor. Si bien, tienes que facilitarles tus datos bancarios para que puedan ejercer de intermediarios. PayPal es la más conocida, pero hay muchas otras.
Como habrás podido comprobar, comprar por Internet es fácil, cómodo y también seguro, siempre que sigas estos consejos básicos.