La Banca Privada es un servicio personalizado, especializado en la gestión y asesoramiento de altos patrimonios, que se dirige a clientes que buscan un trato cercano y exclusivo, con un asesor patrimonial de confianza que les dé acceso a una gama completa de productos y servicios.
Con un completo abanico de productos y servicios, los asesores patrimoniales, profesionales adecuadamente formados y con dilatada experiencia en el asesoramiento integral de grandes patrimonios, y que gestionan una reducida cartera de clientes, ofrecen a estos clientes las soluciones de inversión que mejor respondan a su perfil de riesgo, necesidades, preferencias y objetivos. Y así, con la premisa de que cada individuo es diferente, elaboran este “traje a medida” de valor añadido, complementando el servicio con un seguimiento continuo de sus inversiones, y un reporte periódico de información para que este conozca cómo se están consiguiendo sus objetivos.
De esta forma el equipo de profesionales se esforzará en entender continuamente los retos a los que se enfrentan los clientes, con la capacidad de identificar oportunidades para optimizar sus resultados.
Servicio de Banca Privada: una relación a largo plazo
El servicio de Banca Privada se esfuerza en proteger y hacer crecer el patrimonio de sus clientes, con una visión de largo plazo cimentada en la confianza y transparencia, unido a unos principios de comportamiento ético, y de integridad personal y profesional; con un enfoque que permite evitar respuestas precipitadas en periodos de volatilidad.
Los mercados son impredecibles y en ocasiones reaccionan de manera inesperada, por lo que se exige un análisis pormenorizado en situaciones o periodos de mayor volatilidad. La historia demuestra que mantener la calma es mucho más rentable que entrar y salir de las inversiones, así como que las decisiones que se toman de manera precipitada se suelen lamentar más tarde. De esta forma, conservar la tranquilidad y la confianza en la cartera que se ha construido para el horizonte objetivo es más rentable que realizar continuos movimientos de corto plazo. En este sentido, es fundamental la labor del banquero privado como “amortiguador” de las decisiones que se deben tomar en cada uno de estos momentos convulsos del mercado.
El servicio de Banca Privada busca la mejor y más prudente alternativa financiero-fiscal, con un horizonte temporal adaptado a las necesidades particulares de cada cliente, acompañándolo en las decisiones financieras importantes que pueda tener a lo largo de su vida.
Filosofía de inversión de la Banca Privada
Se parte de un enfoque estratégico global, combinando distintas clases de activos en la construcción de una cartera eficiente y diversificada, que permita alcanzar rentabilidades positivas, moderadas y estables en el largo plazo, minimizando el riesgo de pérdidas de capital, y primando la seguridad frente a la rentabilidad. Todo ello, dentro de la máxima objetividad en la selección de los productos, aplicando rigurosos procesos de análisis y seguimiento de las inversiones.
Los fondos de inversión propios o de terceros son el vehículo más presente en las carteras de los clientes de Banca Privada. Esto se debe a las ventajas que presentan este tipo de instrumentos financieros cuando de manera adecuadamente diversificada se incluyen en las carteras de los clientes, pues entre otras ventajas:
- Permiten canalizar la inversión de manera eficiente.
- Ofrecen una diversificación por activos, áreas geográficas, sectores, y estilos de inversión.
- Cuentan con una adecuada liquidez.
- Y tienen un régimen fiscal favorable en el caso de las personas físicas.
Soluciones de inversión
Los banqueros privados ofrecen a sus clientes principalmente tres tipos de servicios bien diferenciados:
- Gestión discrecional de carteras. En este servicio son los especialistas los que toman las decisiones por el cliente, construyéndole una cartera diversificada y eficiente con una arquitectura abierta, acorde a su perfil de riesgo y objetivos de inversión, en función de parámetros de rentabilidad y riesgo definidos previamente. Y así el gestor selecciona a lo largo del tiempo los activos más adecuados, para lo que se realizarán los cambios necesarios en la cartera del cliente según la coyuntura, las expectativas de mercado y el perfil de riesgo de este.
- Asesoramiento financiero recurrente. El cliente toma sus propias decisiones con el apoyo de su asesor patrimonial, el cual le presta recomendaciones personalizadas acorde a su perfil de riesgo para optimizar su patrimonio, con un seguimiento continuo de su cartera; lo que le permite ir ajustando las recomendaciones a sus necesidades financiero-fiscales, para la consecución de sus objetivos.
- Intermediación financiera. Si al cliente le gusta tomar sus propias decisiones en la compra-venta de valores con acceso a una gran variedad de productos, sin precisar asesoramiento externo, este es el servicio que le permite canalizar sus órdenes al mercado.
El papel de la tecnología en la Banca Privada
Lo personal y lo digital conviven en la Banca Privada sirviendo de apoyo y complemento al servicio para que este sea de calidad. La mejora continua para la automatización de tareas que no aportan valor consigue optimizar la relación con el cliente, de cara a cubrir satisfactoriamente sus necesidades y expectativas. Todo ello sin olvidar que, en el servicio de Banca Privada, debe existir una combinación de tecnología y personas, pues el desarrollo tecnológico nunca será un sustituto total de la figura del banquero privado, que es clave para ofrecer al cliente un servicio profesional y de confianza.
