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¿Y si la clave estuviera en tu huella (digital)?

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Daniel Gálvez Fernandez

Ingeniero Informático

Sobre mi

Postgrado por la IEBS de Barcelona en la Gestión de proyectos con metodologías ágiles. Ha desarrollado proyectos de consultoría informática nacionales e internacionales dentro del sector financiero.

Muchos sectores están incorporando esta tecnología por sus ventajas en cuanto a seguridad, así como por la experiencia y facilidad para el usuario

19 Feb 2019

5 Min de lectura

No hace mucho, un amigo nos mostraba su nuevo coche. Lo cierto es que nos encantó, el olor a nuevo, sus luces leds, su enorme pantalla en el salpicadero… el caso es que tuvimos la impresión de que el futuro estaba acercándose a toda velocidad hacia nosotros. Justo en ese momento, arranca el coche colocando su dedo en un sensor. ¡La llave era su huella digital!

 

Esta acción tan simple nos hizo reflexionar sobre el enorme llavero que diariamente necesitamos. Un llavero lleno de llaves físicas (de casa, coche, garaje, etc.) y claves virtuales (para acceder a redes sociales, correos electrónicos, pines de tarjetas, etc).

 

El uso que hacemos a diario, desde nuestro teléfono inteligente o nuestro ordenador, de Internet, el comercio, la banca electrónica y las redes sociales requieren constantes identificaciones para poder usar cada una de ellas. Lo cierto es que, cada vez es más complicado gestionar tal cantidad de claves y contraseñas. ¿Quién no ha sentido un sudor frío cuando sólo le queda un último intento para recordar el pin de esa tarjeta de crédito que hacía tiempo que no utilizabas?

 

Pero…  ¿y si todas nuestras claves estuvieran en nuestro dedo?

 

La solución la tenemos en nuestra huella digital

 

La huella digital es uno de nuestros datos biométricos. Estos datos recogen una serie de parámetros físicos que son únicos en cada persona y que nos permiten comprobar una identidad comparándola con la imagen digital que tengamos registrada de ella.

 

La tecnología no deja de avanzar en este sentido y cada vez existen más opciones para poner remedio a la necesidad de recordar la cantidad creciente de claves que manejamos diariamente, adoptando soluciones que hasta ahora sólo veíamos en el cine de ciencia ficción, o en el acceso a las cámaras de máxima seguridad de determinadas instituciones y organismos.

 

Muchos sectores están incorporando ya dicha tecnología en sus productos y servicios con las consiguientes ventajas que ello conlleva tanto por sus características de seguridad como por la experiencia y facilidad para el usuario final.

 

Nuestros datos biométricos son únicos, personales e intransferibles: ¿qué más le podemos pedir a una clave?

 

 

Ventajas del uso de la huella digital como método de identificación

 

Seguro que más de uno hemos tenido la tentación de poner “12345” como contraseña alguna vez.

 

Y es que llega un punto, en el que te ves sobrepasado, abrumado, incapaz de recordar la cantidad de contraseñas y claves que necesitas para operar en tu día a día. Es fácil pensar, “bueno, seguro que no pasa nada y así no se me olvida nunca”, nada más lejos de la realidad: esta es la oportunidad perfecta para muchos hackers y piratas informáticos que constantemente están usando todo tipo de estrategias y herramientas informáticas para poder romper la seguridad de nuestras contraseñas. Crear contraseñas débiles o fácilmente descifrables multiplica sus posibilidades y pone en peligro nuestros activos digitales.

 

En el otro extremo, también seremos muchos los que nos reconozcamos en la situación de querer darnos de alta en un servicio, y a la hora de establecer tu propia clave de acceso, por motivos de seguridad, el proceso se hace tan complejo que nos obliga a crear contraseñas imposibles de recordar en un futuro.

 

Estas situaciones  -y seguro que otras parecidas que te habrán venido a la mente- pueden ser cosa del pasado. Tan sólo hacía falta incorporar un sensor biométrico de huellas dactilares a nuestro tan preciado smartphone para poder decir aquello de Eureka!

 

En un día normal, con nuestro Teléfono inteligente, compramos, sacamos dinero, accedemos al email, a redes sociales, a entidades financieras, en definitiva, a todo un sinfín de aplicaciones que ya forman parte de nuestra cotidianidad. Para acceder a todos ellas, el sensor de huella digital del smartphone nos trae la solución, se acabó eso de tener que recodar o establecer ninguna clave, tan sólo debemos colocar nuestro dedo sobre el sensor del teléfono.

 

Por ejemplo, con tu smartphone, si su tecnología lo permite, ya puedes identificarte mediante tu huella digital o mediante el reconocimiento facial para entrar en la aplicación de tu banca móvil de una manera rápida, sencilla y segura.

 

Tal vez, ésta sea la mayor ventaja que nos ofrece la huella digital, la comodidad, el poder respirar con tranquilidad cuando te enfrentas a esa situación de no recordar una contraseña. No obstante, a esta ventaja impagable se suma la guinda del pastel, la seguridad.

 

La realidad, es que no hay sistema perfecto de identificación, sobre todo en esta época digital, pero el hecho de que alguien pueda suplantar tu identidad utilizando tu huella digital es altamente complejo.

 

Según Ted Dustone, presidente de Biometrics Institute en Australia y Nueva Zelanda, para suplantar la huella digital de alguien necesitaríamos realizar un proceso especializado digitalizando la huella de nuestro dedo con un sistema de imagen de alta definición y compartirla en una red social. Algo que, a priori, no suena muy factible.

 

En definitiva, gracias a los smartphones y los lectores de huella digital, hoy  día ya podemos comenzar el camino para olvidarnos de nuestro viejo llavero (y quién sabe si de la cartera llena de tarjetas de crédito) para comenzar a utilizar tu huella digital, algo que no se olvida y siempre va con nosotros.

 

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