Si en un post anterior hablábamos de por qué se endeuda una empresa, en esta ocasión abordamos otra cuestión no menos interesante: ¿por qué un banco presta dinero a una empresa? ¿Cuáles son los criterios y procedimientos para la concesión de préstamos y otras operaciones de financiación?
Las entidades financieras son instituciones especializadas en ofrecer servicios y productos financieros a particulares, administraciones públicas y empresas, por lo que hay dos razones básicas e intuitivas que dan respuesta a la pregunta inicial. En primer lugar, un banco presta dinero a una empresa porque constituye una de las esencias de su negocio. En segundo lugar, porque está convencido de que le será devuelto en las condiciones pactadas, sobre todo, en lo que se refiere al cumplimiento de los plazos de pagos.
Puesto que no hay respuestas fáciles a problemas complejos vamos a intentar desarrollar un poco ambas razones.
Los bancos nos prestan una gran cantidad de servicios, desde la comodidad de tener la nómina y los recibos domiciliados, hasta la tranquilidad de poder obtener efectivo al instante en cualquier cajero automático. Además ofrecen una amplia variedad de productos financieros. Pero su función más básica sigue siendo la de captar depósitos (nuestros ahorros) para conceder préstamos (nuestras hipotecas, nuestros coches, etc.). Esta actividad tan elemental constituye uno de los cimientos de las sociedades desarrolladas y, si nos detenemos a pensarlo, es una actividad de redistribución pues se canaliza el dinero de aquellos con capacidad de ahorro hacia aquellos que tienen necesidad de financiación por el motivo que sea.
El riesgo de prestar dinero
Prestar dinero supone asumir un riesgo para quien lo presta. La correcta valoración, asunción, revisión y control del riesgo constituye la esencia del negocio bancario. Lo ha sido siempre pero últimamente es un asunto de actualidad con nuevas regulaciones tendentes a evitar la repetición de nuevas crisis financieras.
Los bancos se enfrentan a una amplia gama de riesgos en el desarrollo de su actividad: riesgo de crédito, de liquidez, de tipos de interés, de mercado, operativos, etc. En el día a día de las oficinas bancarias el riesgo de crédito es el que más directamente afecta a empleados y clientes. De hecho, normalmente se denomina simplemente “de riesgos” a la actividad relacionada con el riesgo crediticio.
El Banco de España exige a los bancos que pongan “el máximo cuidado y diligencia en el estudio y evaluación rigurosa del riesgo de crédito de las operaciones, no solo en el momento de su concesión, sino también durante su vigencia”.
Criterios para la concesión de préstamos
Los criterios de concesión deben estar vinculados con la capacidad de pago del prestatario para cumplir, en tiempo y forma, con el total de las obligaciones financieras asumidas. A estos efectos, los procedimientos establecidos incluirán unas exigencias de documentación mínima. La capacidad de pago se valorará partiendo de los flujos de efectivo procedentes de sus negocios o fuentes de renta habituales, sin depender de avalistas o activos entregados como garantía. Estas garantías deberán ser siempre consideradas al valorar la concesión de la operación como una segunda y excepcional vía de recobro para cuando haya fallado la primera.
La banca debe gestionar con prudencia el riesgo al ser este la esencia de su negocio, no aceptando de sus clientes niveles de endeudamiento desproporcionados y valorando adecuadamente todos los riesgos en que incurre cuando concede una operación.
La gestión adecuada del riesgo debe sustentarse en el conocimiento del cliente. Esto implica disponer de toda la información y documentación que se considere necesaria en cada caso. Y no solo pensemos en papeles, el trato personal y la confianza juegan en igualdad de condiciones con el resto de factores a tener en cuenta. Por ello conviene que conozcamos estos criterios generales para la concesión de operaciones. Así entenderemos mejor cómo funcionan las entidades bancarias y por qué los bancos prestan dinero a una empresa.