Antes de adentrarnos en enumerar y explicar qué documentación se necesita para abrir una cuenta bancaria, debemos saber que se trata de uno de los productos más básicos que ofrece una entidad financiera. El funcionamiento es sencillo: depositas tu dinero, puedes disponer de él en cualquier momento y, además, te permite realizar variadas operaciones con tu capital. Podrás emitir y recibir transferencias, domiciliar pagos, ingresar cheques y disponer de tarjetas asociadas con las que pagar en establecimientos físicos u online.
Es recomendable que, para abrir una cuenta bancaria, elijas previamente una oficina o sucursal bancaria que se encuentre cerca de tu domicilio o tu lugar de trabajo, ya que se convertirá en tu oficina de referencia y ciertas gestiones sólo podrás hacerlas de forma presencial allí.
Pasos necesarios para abrir una cuenta bancaria
La mayoría de las cuentas bancarias no están sujetas a requisitos de apertura. Cualquier persona, física o jurídica, puede solicitarla aportando la documentación necesaria. Como primer paso, deberás mostrar un documento -válido y sin caducar- que acredite tu identidad: el Documento Nacional de Identidad (DNI), la tarjeta de residente o el pasaporte. A continuación, bastará con facilitarle tus datos personales al empleado que te atienda en la sucursal. Si se solicita la apertura de una cuenta con más de un titular, esta misma documentación tendrá que ser aportada por cada uno de los interesados.
Posteriormente, deberás facilitar la documentación que acredite tu situación laboral: si eres trabajador por cuenta ajena, la última nómina, el contrato de trabajo o la vida laboral; y si eres autónomo, el recibo que acredite el pago de la cuota de autónomo o la última declaración de la renta.
Una vez entregada toda la documentación, la entidad te entregará el contrato de tu cuenta bancaria. Es aconsejable que lo leas con detenimiento antes de firmarlo para poder analizar previamente las condiciones, los costes y los requisitos exigidos. Al mismo tiempo, es importante conocer las comisiones de administración y mantenimiento; comprobar la permanencia que te exige el banco y si existen penalizaciones en caso de no cumplirla; el tipo de tarjeta o tarjetas que te ofrecen asociadas a esa cuenta, y los beneficios que obtienes por domiciliar la nómina y los recibos, así como por vincular algún otro producto del banco a esa cuenta (hipotecas, seguros, planes de pensiones u otros productos específicos).
Cuentas infantiles y cuentas joven
Para aquellos casos en los que el titular sea menor de edad, existen cuentas infantiles a disposición del cliente. Para proceder a la apertura de una de ellas, es necesario presentar el Libro de Familia y la autorización de un tutor legal que asuma las responsabilidades generadas por esta cuenta.
Asimismo, los estudiantes pueden acceder a una cuenta joven que ofrecen diversos beneficios para este colectivo. En este caso, el titular no deberá sobrepasar la edad máxima establecida por la entidad financiera para este tipo de productos.
Por lo general, existen varios tipos de cuentas bancarias que, en función de la entidad, son denominadas de una forma diferente. No obstante, estas pueden ser clasificadas a grandes rasgos como cuentas corrientes, cuentas remuneradas y cuentas nómina. Recientemente, han sido añadidas a este listado las cuentas de pago básicas, que tratan de evitar la exclusión financiera.
Hoy en día, todos los bancos también te ofrecen la posibilidad de operar con el dinero de tu cuenta bancaria desde Internet y, sin necesidad de acudir a tu oficina, realizar la mayoría de tus gestiones financieras de forma fácil, cómoda y segura.
